En la segunda entrega de una investigación publicada por el medio Cuestión Pública,  sobre los registros de aeronaves otorgados durante la gestión de Álvaro Uribe Vélez como director de la Aeronáutica Civil entre 1980 y 1982, se revelan nuevos nombres que al parecer, estuvieron relacionados con el narcotráfico. Estas conexiones no solo incluyen a personajes clave del Cartel de Medellín, sino que se extienden a figuras cercanas al expresidente, como sus hijos Tomás y Jerónimo Uribe, y Lucía Gaviria Jaramillo, madre de la reconocida modelo Natalia París.

El caso de Carlos Eduardo Restrepo Gaviria y la avioneta registrada por Uribe
Según Cuestión Pública, en agosto de 1981, Carlos Eduardo Restrepo Gaviria, señalado lavador de dinero del Cartel de Medellín, recibió de manos de Álvaro Uribe un registro de propiedad para una avioneta Learjet 25-D. Tres años después, en 1984, Restrepo fue detenido en Miami como parte de una operación del FBI, denominada «Cashweb Expressway», que desmanteló una de las redes de lavado de dinero más grandes de la época. A Restrepo se le acusó de blanquear más de 10 millones de dólares de la venta de cocaína en Nueva York.

Aunque se le suspendió la licencia de vuelo a su avión en 1983, tras los informes de la Policía Antinarcóticos que vinculaban la aeronave con actividades ilícitas del Cartel de Medellín, el fallo fue anulado por la magistrada Olga Inés Navarrete en 1992, argumentando falta de pruebas contundentes que relacionaran el avión con el narcotráfico. El caso de Restrepo no fue aislado, ya que otros personajes asociados a Pablo Escobar también recibieron permisos de la Aerocivil bajo la dirección de Uribe.

Los caminos hacia Tomás y Jerónimo Uribe
Carlos Restrepo no solo es un nombre que figura en la historia de los narcoregistros, sino que sus vínculos llegan hasta Tomás y Jerónimo Uribe Moreno. Restrepo fue socio de Andrea Vivian Scheuten Mendoza, quien desde 2008 ha estado involucrada en varias empresas con los hijos del expresidente. Una de ellas, Yogur S.A., cambió su razón social en 2017 a Desarrollo e Innovaciones Inmobiliarias S.A.S., compañía en la que Tomás Uribe era el presidente de la junta directiva. Esta misma empresa transfirió activos a Marcus S33, firma que fue administrada por Inmaculada María Mendoza, esposa de Carlos Restrepo.

La investigación publicada por Cuestión Pública revela que la relación entre la familia Restrepo y los Uribe Moreno parece ser un hilo más en una compleja red de negocios y conexiones que, a pesar de los cuestionamientos, no ha sido objeto de investigación por parte de las autoridades judiciales. A ello se suma el hecho de que empresas como Residuos Ecoeficiencia S.A., fundada en Panamá, también compartió directivos como Udo Scheuten Mendoza, cercano a los hijos de Uribe y al alcalde de Medellín, Daniel Quintero.

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El caso de Tampa Cargo y la madre de Natalia París
Otro de los episodios que marcan los narcoregistros durante la gestión de Uribe en la Aerocivil es el relacionado con la aerolínea Tampa Cargo. En 1982, mientras Uribe ocupaba el cargo de director, las autoridades estadounidenses incautaron 1.724 kilos de cocaína transportados en un avión de la compañía. Aunque la aerolínea fue investigada y sancionada, continuó operando. Entre los accionistas de Tampa Cargo figuraban Jorge y Ricardo Coulson Rodríguez, así como Lucía Gaviria Jaramillo, madre de Natalia París, quienes aparecían como parte de la junta directiva de la empresa en 1983.

Lucía Gaviria fundó en 2005 la inmobiliaria Promotora e Inversora del Río S.A., donde su hija Natalia París también ha sido accionista. Aunque se le consultó a la modelo sobre las acusaciones que han rodeado a su madre, esta respondió que su única relación con Uribe fue haber estudiado en la misma universidad. Sin embargo, las conexiones con empresas vinculadas al narcotráfico y la participación de Gaviria en sociedades con personajes cercanos al expresidente dejan más preguntas que respuestas.

El silencio de los implicados
A pesar de los intentos de Cuestión Pública por contactar a Álvaro Uribe y a sus hijos para conocer su versión, no hubo respuesta. Asimismo, se intentó establecer comunicación con los empresarios mencionados, pero hasta el momento han guardado silencio. Las sombras que rodean los registros aeronáuticos otorgados bajo la gestión de Uribe, y su posible vínculo con el narcotráfico, no se disipan. Sin embargo, lo que parece claro es que las conexiones de aquellos años continúan resonando hasta el presente.

Esta investigación demuestra cómo los registros de propiedad y explotación de aeronaves otorgados en la Aerocivil no solo facilitaron el movimiento de narcotraficantes como Carlos Restrepo Gaviria y Antonio Correa Molina, sino que también apuntan a la cercanía de estos personajes con figuras clave del entorno familiar del expresidente Uribe. Los vínculos empresariales entre los hijos de Uribe y personas relacionadas con el narcotráfico plantean inquietudes sobre el alcance de estas relaciones y su posible impacto en los negocios y la política en Colombia.