Astaná, 12 de noviembre (EFE).- Los tres países garantes del alto el fuego en Siria –Rusia, Irán y Turquía– condenaron este martes en la capital de Kazajistán los ataques de Israel en Gaza y la expansión del conflicto en toda la región.

La 22ª ronda de consultas internacionales sobre el cumplimiento del alto el fuego en Siria, que comenzó el lunes a puerta cerrada en Astaná, expresó su «fuerte condena y profunda preocupación por los continuos asesinatos masivos y los ataques criminales de Israel en Gaza, así como por la agresión israelí en Líbano y Cisjordania», según un comunicado final.
Los tres países hicieron un llamado a «la comunidad internacional, en particular al Consejo de Seguridad de la ONU, para garantizar un cese al fuego inmediato y permanente, así como un acceso humanitario sin restricciones en Gaza».
Los garantes del alto el fuego también manifestaron «grave preocupación por la expansión del conflicto en la región por parte de Israel» y condenaron sus ataques contra la sección consular de la embajada de Irán en Damasco el 1 de abril de 2024, así como en otros territorios iraníes.
Subrayaron el impacto negativo de esta escalada en el Medio Oriente sobre la situación en Siria e instaron al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), a las agencias de la ONU y a las organizaciones humanitarias a brindar ayuda a «aquellos que se vieron obligados a cruzar de Líbano a territorio sirio tras la escalada de hostilidades».
El enviado especial de Rusia para Siria, Alexander Lavrentiev, enfatizó que Moscú no aceptará nuevas operaciones militares de Turquía en Siria. «La posición de la Federación Rusa sobre la posibilidad de nuevas operaciones de Turquía es que no las aceptaremos, como ya hemos declarado», señaló en una rueda de prensa.
Lavrentiev insistió en que las operaciones militares de Turquía no resolverán la situación, sino que la empeorarán. Advirtió que las acciones de Turquía tendrían «un efecto desestabilizador en el contexto de la crisis no resuelta en la frontera entre Líbano e Israel y en la Franja de Gaza».
El enviado ruso también destacó la necesidad de que la comunidad internacional destine recursos adicionales para ayudar a los refugiados. «La presencia en Siria de un gran número de personas que han llegado con la esperanza de paz requiere costos financieros muy altos», observó.
Mientras tanto, la oposición siria en las consultas de Astaná expresó preocupación por la escalada de tensiones en Medio Oriente y su impacto en su país.
«No cabe duda de que el nuevo desarrollo de los eventos en el Medio Oriente, la guerra entre Israel e Irán en el territorio de Líbano y Siria, nos obliga a discutir estos nuevos desafíos y cómo pueden afectar a Siria», declaró Ahmed Toma, representante de la oposición siria.
Toma enfatizó que Siria, tras sufrir una gran inestabilidad durante la última década, no puede permitirse que su seguridad y la de sus vecinos vuelvan a estar en duda.
También manifestó su preocupación por el cambio en la administración de EE.UU. y su impacto en Siria, preguntando: «¿Cómo afectará la victoria de (Donald) Trump a Siria?».
Toma abogó por la retirada de la presencia iraní en Siria. Sin embargo, el enviado ruso Lavrentiev afirmó que los iraníes, al igual que los rusos, llegaron a Siria a petición del gobierno, haciendo que su presencia sea «completamente legítima y justificada».
«No creo que se pueda hablar de un efecto desestabilizador de la presencia iraní», insistió Lavrentiev, agregando que la participación de Teherán es «temporal» y está relacionada con los esfuerzos antiterroristas en la región.
La próxima reunión del grupo está programada para realizarse en la primera mitad de 2025. EFE