Bogotá. En uno de sus peores momentos del trámite se encuentra la reforma a la salud en este momento en el Congreso de la República, sumado a los problemas que ya tiene en la Cámara de Representantes, este martes la plenaria envió una fuerte alerta a lo que puede pasar si ese proyecto llega a esa corporación.

En la Cámara, tras las frustradas sesiones extras que no permitieron avanzar la reforma a la salud, el proyecto está en este momento en un enfrentamiento político para que se defina cuándo vuelve al orden del día. Lo primero sobre el tema es que mientras el presidente Jaime Raúl Salamanca está dispuesto a que se pueda convocar a la plenaria para seguir su discusión, los dos vicepresidentes, Jorge Tovar y Lina Garrida, se oponen a que eso pase, al menos hasta cuando el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, no cumpla con la orden de la Corte Constitucional sobre ajustar el valor de la UPC del 2024.

Este martes además la bancada del Pacto Histórico y otros sectores cercanos al gobierno, firmaron una carta en la cual le piden al presidente Salamanca que agende ya el proyecto para que siga la discusión en su segundo debate.

“Los vicepresidentes de la Cámara Lina Garrido y Jorge Tovar, están actuando de manera antidemocrática y extralimitándose en sus funciones al no permitir agendar la reforma a la salud en plenaria. Están en su derecho de oponerse, pero como parte de la mesa directiva deben dar garantías y no engavetar el proyecto. Están usurpando el derecho de la plenaria de decidir la suerte del proyecto”.

Incluso fue más allá:

“¿Hacen parte de la «banda» de saboteadores que lidera el senador Fincho Cepeda? En nombre de la Bancada del Pacto Histórico, y acudiendo al artículo 80 de la Ley 5, reglamento del Congreso, solicitamos al Presidente de la Cámara y a la mesa directiva el agendamiento del proyecto de Reforma a la Salud. Las jugaditas no se pueden volver ley”.

Y mientras la reforma a la salud sigue embolatada en la Cámara, este martes en la plenaria del Senado el gobierno Petro recibió un golpe más en materia de seguridad social que de paso deja signada la suerte de la reforma a la salud.

La plenaria le negó al presidente de la República, Gustavo Petro, las objeciones que había presentado a la ley mediante la cual se modifica el artículo 163 de la Ley 100 de 1993, que otorga beneficios a la población adulta que no tiene acceso a la seguridad social.

Al respecto, el senador opositor, el liberal Miguel Ángel Pinto, al liderar el hundimiento de esas objeciones dijo que:

«La ley busca ampliar el grupo familiar del afiliado cotizante mediante la modificación del literal h del artículo 163 de la Ley 100, esto con el fin de que se puedan incluir a los padres y a los abuelos no pensionados, y que dependen económicamente de los afiliados al sistema de seguridad social«.

Pinto fue uno de los senadores que hace menos de un año en la Comisión Séptima del Senado lideró el hundimiento de la reforma a la salud y fue precisamente uno de sus argumentos este martes en la plenaria cuando aseguró que el presidente Petro se contradice en sus postulados de querer dar acceso a la salud a todos los colombianos, en especial a los más necesitados.

“Si no quiere permitir que con esta ley los hijos que pueden dar la seguridad social a sus padres o abuelos lo haga, ¿cómo será con una reforma a la salud que cada vez es más incierta?”. Colprensa

Foto cortesía: Colprensa