En su última columna de opinión para La República, el presidente de La Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Jonathan Malagón, destacó que, en medio de un contexto marcado por la desaceleración de la economía, especialmente en sectores como el comercio, la industria y la construcción, unos niveles de inflación que, aunque menores a los de meses anteriores, siguen luciendo elevados y lejanos de la meta del emisor, y un mercado laboral que, pese a su recuperación, ha empezado a dar muestras de ralentización, el país se encuentra atento a la toma de una de las decisiones más importantes en materia macroeconómica: el aumento del salario mínimo que regirá en 2024.
El líder gremial manifestó que el incremento del salario mínimo suele ser una decisión muy importante que debe tener en cuenta múltiples aristas. Este año, parece tener mayor relevancia que en otros.
Malagón indicó que es fundamental retribuir los esfuerzos de los empleados sin perder de vista los posibles impactos de un aumento demasiado alto: “cabe recordar que la evidencia empírica apunta a que aumentos significativos del salario mínimo, en términos reales, tienen un efecto negativo sobre la generación de empleo, especialmente en el sector formal. A su vez, en un país con marcadas diferencias regionales y entre grupos poblacionales como Colombia, estos incrementos pueden exacerbar las brechas dados los disimiles niveles de productividad”.
Además, recordó que en el Congreso de la República se lleva a cabo el debate de la reforma laboral, la cual, según Malagón, tendría implicaciones significativas para la generación de empleo formal y la competitividad de las empresas. Por ello, argumentó que la decisión sobre el aumento del salario mínimo toma mayor relevancia.
“En este escenario, con una inflación que en 2023 bordeará 9,4%, una Productividad Multifactorial que cae 1,0%, una productividad laboral por hora que crece a ritmos de 0,76%, y un salario mínimo que en 2023 creció en términos reales 4,2%, la propuesta de los sindicatos de un incremento para 2024 en torno a 18% claramente no se ajusta con la realidad económica nacional. Por ello, en el espíritu de concertación, el sistema financiero espera que nos acerquemos a una cifra que permita garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores sin comprometer la formalidad laboral y la recuperación económica”, concluyó el presidente del gremio representativo del sector financiero colombiano.