El acto de socialización y pedagogía de las políticas del Gobierno del Cambio al que invitó el Presidente Gustavo Petro convocó, la tarde del martes, a más de un millar de personas en la Plaza de Armas de la Casa de Nariño, mientras que millones más siguieron en la televisión y en las redes sociales las palabras en las que el Mandatario dio cuenta de los proyectos de ley que puso y que pondrá a consideración del Congreso. Las puertas de la Plaza de Armas, que por años permanecieron cerradas al público, volvieron a abrirse la tarde de este martes para recibir a entusiastas colombianos venidos de distintos rincones del país. Entre la multitud, que ingresó de manera ordenada y en medio de un ambiente festivo, confluyeron colombianos de todo tipo al que les unió el interés de escuchar el mensaje del Primer Mandatario.
“Soy un trabajador de la salud y estoy aquí en apoyo a la decisión del presidente Petro de que los recursos no los sigan manejando los privados, sino que los dineros públicos lleguen a las instituciones prestadoras de salud y no a las EPS”, señaló, a su turno, Diego Barquero, de la Asociación Nacional de los Trabajadores de la Salud (Anthoc). Con un instrumento musical, banderas de Colombia y una sonrisa permanente, María Teresa Lopera, estudiante universitaria, repartía abrazos a desconocidos. Dijo que esa era su manera de aportarle a la reconciliación de Colombia.
La muchacha, que se declara orgullosa de haber nacido y vivido toda su vida en Bogotá, no siente vergüenza de preguntarles a desconocidos aspectos relacionados con su gusto por la música y la comida colombiana o si son seguidores de la Selección Colombia de fútbol –la de hombres y la femenina–, o si se sienten orgullosos de los artistas colombianos o si les gusta el Café de Colombia, los ciclistas, las esmeraldas, el oro del país y otras maravillas.
“Son preguntas a las que la gran mayoría me responden que sí, que sienten amor y conexión por la patria. Entonces, allí es mi oportunidad para decirles: ‘¡Sí ve? Usted y yo, independientemente de las opiniones que podamos tener sobre muchos aspectos, tenemos un común denominador, y es gracias a que sentimos lo mismo y amamos lo mismo, que merecemos darnos un abrazo. Ese, pienso, es mi modesto aporte a la Paz Total de Petro”, concluyó. El Presidente Gustavo Petro hizo su aparición en el balcón del segundo piso del ala norte de la Casa de Nariño, a las 5:05 p.m. Lo hizo en compañía de su esposa, la Primera Dama, Verónica Alcocer, y su hija menor, quienes vestían la camiseta de la Selección Colombia. Los cánticos, las banderas y los aplausos coparon el lugar entre las casi dos mil personas que ya estaban presentes a esa hora. Y seguían ingresando más por el costado occidental de la Plaza.
Durante el tiempo que duró el discurso presidencial, una hora y 26 minutos, los presentes expresaron sus voces de respaldo. Y todo fue armonía. El equipo dispuesto por la Alcaldía de Bogotá –conformado por 260 gestores de diálogo, 237 agentes de tránsito y más de 1.500 policías en las calles–, tuvieron una jornada muy tranquila. A las 6:15 de la tarde, cuando la tarde ya llegó al ocaso, el Presidente concluyó su explicación con pormenores de los proyectos presentados al Congreso y la invitación a que, como nación, los colombianos busquemos el bienestar común y demandemos con vehemencia que los derechos humanos y el acceso a los servicios de salud, pensión y trabajo estén por encima de los intereses personales de algunos. Sus palabras quedaron grabadas en la mente de los asistentes.