Recientemente, Asobancaria, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) y el Ministerio de Hacienda, al unísono, anticiparon posibles recortes en la tasa de interés de intervención del Banco de la República. Jonathan Malagón, presidente del gremio de los bancos; Bruce Mac Master, presidente de la ANDI; y Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, destacaron la pronta respuesta del Banco Central colombiano para enfrentar el aumento del costo de vida en el país.
«La credibilidad monetaria, uno de nuestros principales activos, continúa siendo motivo de orgullo para los colombianos y respaldo de la estabilidad macrofinanciera», subrayaron.
¿Por qué estos actores económicos tan importantes esperan que se inicie una senda de reducción de las tasas del Banco de la República?
El presidente de Asobancaria, en su columna en La República, argumentó que en los últimos cuatro meses se han registrado menores presiones en los precios de los alimentos y los bienes, lo que ha contribuido a que la inflación haya comenzado a disminuir. “Pese a algunos riesgos que se avizoran, particularmente relacionados con los incrementos en los precios de los combustibles y los posibles efectos del fenómeno de El Niño, los analistas esperan que la inflación continúe descendiendo y bordee el 9% a finales de 2023 y que cierre el próximo año por debajo del 5%”, argumentó el líder gremial.
Además del comportamiento de los precios, resaltó que la economía colombiana y el consumo de los hogares se están desacelerando, lo que obliga a reconsiderar la política monetaria para encontrar un equilibrio adecuado entre el control de la inflación y el impulso a la actividad productiva.
“Ante la menor dinámica del consumo de los hogares, que en el segundo trimestre tan solo se expandió a un ritmo del 0,7% anual, sumado a las presiones de liquidez experimentadas por el sector bancario, la Superintendencia Financiera ha implementado medidas adecuadas para contener los aumentos en las tasas de interés y dinamizar el otorgamiento de crédito, como la flexibilización de la normativa del Coeficiente de Fondeo Estable Neto (Cfen) relativa al aumento del ponderador de los depósitos a la vista de entidades vigiladas del 0% al 25%. Es claro que, para impulsar la actividad económica, esta medida debe complementarse con la acción del Banco de la República. Ante el nuevo panorama, el momento resulta oportuno para que se dé inicio a los recortes a la tasa de interés de referencia. Cabe anotar que esta postura no sería inédita, dado que varios bancos centrales en la región, como los de Chile, Brasil, Uruguay y Costa Rica, ya lo han venido haciendo para responder al proceso de desaceleración económica”, resaltó Malagón.
Por otro lado, Mac Master indicó: “Respetuosamente solicitamos al Banco de la Republica trazar una senda que nos permita pensar en una reducción de la tasa de interés de referencia en los próximos meses, teniendo en cuenta que la inflación local e internacional tiene mejores previsiones y es momento de impulsar la actividad económica, que ha sido impactada por el alto costo de financiación».
«El costo de vida alcanzó su nivel más alto en marzo de este año, y la política de enfriamiento de la economía del Banco de la República también llegó a su límite con una tasa de intervención del 13,25%. Actualmente, tenemos una tasa de referencia estable, pero necesitamos recuperar la economía; ya no es necesario enfriarla, debemos centrarnos en la recuperación. Las tasas de interés han alcanzado su tope y ahora se mantienen estables; no hay más aumentos en las tasas de interés en el mercado. Debemos avanzar hacia la reducción de tasas», concluyó Ricardo Bonilla.