En la biblioteca del estudio de su casa donde Pierre Lemaitre suele pasar días enteros escribiendo, se puede apreciar un número importante de agendas todas iguales, de color negro, de un tamaño carta y perfectamente organizadas, de las cuales, confiesa, son vitales para la creación de los distintos mundos literarios que conforman su escritura.

Se trata de sus libretas de apuntes, las cuales son realizadas por encargo, con un tamaño específico, así como su forro y el tono del color de sus hojas. Incluso, ahora tiene que pedir que hagan más de ellas, porque sus amigos, incluso admiradores, quieren tener una de ellas. “Suelo viajar empacando varias de ellas para obsequiar”, afirma el reconocido escritor francés que por estos días, en español, acaba de publicar ‘Un futuro prometedor’, la tercera novela de su saga sobre el siglo XX.

Se trata un de los escritores considerados por muchos como uno de los mejores de su generación, quien comenzó en el mundo de la publicación literaria cruzando los 50 años de edad, pero con una serie de novelas, en especial, dentro del género de la novela negra, que han dejado huella entre lectores de distintas partes del mundo.

Hace tan sólo algunos días se publicó en español ‘Un futuro prometedor’, la nueva entrega de lo que sin duda es su más ambicioso proyecto, en el cual está trabajando a toda máquina, porque el tiempo apremia, y cruzando los 73 años de edad, espera culminarla.

Con el cuidado que se requiere a la hora de construir una saga de largo aliento, que sea la continuidad de la historia de la familia Pelletier, pero que a la vez, el lector que no ha leído las anteriores pueda conectar con ella fácilmente, esta vez, con una historia que se desarrolla entre París y Praga en 1959, durante la Guerra Fría.

Una trama que está cargada de mucha acción, suspenso y giros inesperados.

Desde su natal París, desde su estudio, Pierre Lemaitre habló sobre su nueva novela, la saga en construcción y la relación directa entre literatura y realidad social.

UNA EXTENSA SAGA

¿Se ha dicho que su literatura reivindica el clásico folletín?

El folletín nació en el siglo XIX en Francia, y por eso creemos que es algo muy antiguo y poco moderno. Pero están completamente equivocados, las series de televisión lo que hacen es ser un folletín en cada uno de sus episodios, donde siempre se intenta reactivar el interés del espectador en la historia. No hay nada más moderno que el folletín.

Espero tener una parte de la responsabilidad de recordarle al lector que somos nosotros los escritores que inventamos el folletín y que la televisión utiliza lo que inventamos, y no al revés.

Una nueva historia que se desarrolla en medio de la llamada guerra fría del Siglo XX.

Desgraciadamente en ese periodo de mediados del siglo pasado se preparó buena parte de lo que vivimos hoy, y en cierto modo, se forjó la incertidumbre que pesa hoy en el mundo. Me preocupa mucho lo que ocurre hoy en el mundo.

En mi novela se retrata el mundo de la guerra fría, y en el fondo, estamos en una situación muy parecida hoy en día. Parece que se está activando una nueva guerra fría. En ese tiempo ya se hablaba de las armas nucleares como ahora, creando el régimen del terror.

Infortunadamente es un tema muy actual…

Me siento un poco incómodo con estos términos, porque creo que una novela siempre es testigo de dos cosas. Por un lado, la historia que explica, pero cualquier novela, de un modo u otro, traduce las condiciones que se produce esa novela.

Mis novelas son elementos que hablan del pasado pero que traduce de cierto modo como actualmente consideramos ese pasado. Tengo la esperanza que nos hable de hoy viendo hacia el ayer.

Muchos de sus lectores se preguntan si definitivamente abandonará la novela negra.

Me siento muy vinculado a la novela negra, la novela policiaca, pero yo siento que no hay muchos escritores que se den a la tarea de hacer toda una saga recorriendo todo un siglo de historia, que es desmesurada, por lo que es especial, viendo al final del túnel y no me quiero distraer con mis primeros amores que son las novelas negras.

Pero, lo que sí puedo decir, que al terminar esta saga de diez libros, quisiera volver a la novela negra.

AL CINE

¿Le gustaría ver una versión cinematográfica de su nueva novela?

Me desespero un poco al pensar en esta novela adaptada al lenguaje audiovisual porque son reconstrucciones históricas que serían muy costosas. Pero mi esperanza es que quizás se interesen más en la tetralogía de una serie de varias temporadas.

¿Cómo se siente ir publicando la saga y que esto genere una expectativa mayor entre sus lectores?

Por un lado, te genera un efecto de alivio, que ese lado editorial está caminando bien. Pero existe otro grado de incertidumbre, pero no sobre llenar las expectativas del público o de los editores, sino más bien, es si puedo trabajar de forma serena en medio de la expectativa.

¿Siempre la imaginó como una saga tan extensa?

Cuando escribí ‘Nos vemos allá arriba’, no tenía idea a dónde iría a parar, pero sí sabía, era que había disfrutado de una manera única su escritura.

Yo vengo de la novela negra, que tiene muchos límites, muchas reglas definidas, y al pasar a la novela histórica, me sentí liberado, lo que me generó un placer ingenuo. Por eso, me prometí siempre buscar esa alegría.

¿Tiene planeado cuánto tiempo le hace falta para terminar la saga?

La escritura nunca responde totalmente a la planificación que hace el escritor. No negaré que me gustaría que los últimos libros de la saga los pueda publicar en los próximos años, mientras gozo de buena salud, pero es imposible saberlo. Me encantaría terminarla antes de que finalice el gobierno de Trump, vivir más que él para poder ir y poner la saga sobre su tumba.

Está novela integra el tema del espionaje, ¿se inspiró en un hecho real?

No, es más bien el uso de un marco muy bien conocido en el mundo del espionaje, como la figura del topo. Lo que he intentado hacer es recuperar el estándar de esta figura, para rendir un homenaje a este tipo de novelas.

¿Cuál era el objetivo de contar una historia de toda una familia a lo largo de un siglo?

La familia siempre ha fascinado a los lectores, la cantidad de historias familiares en la literatura es enorme. Una de las primeras historias de la antigüedad es una historia de familia, y mi hipótesis, es que los novelistas vemos a las familias, que son la unidad social primaria, como un espejo de la sociedad global.

Para cubrir una historia de todo un siglo, para una saga, necesitaba de un personaje colectivo, y no hay mejor personaje colectivo en la literatura que una familia.

Trabajar el tema del pasado en la literatura, ¿tiene alguna relación con la nostalgia?

La nostalgia es una enfermedad que nos acecha cada vez más cuando nos hacemos mayores. Nos impide comprender el periodo del cual venimos. Está relacionada con el lamento, como si un periodo de antaño fuera más deseable que el periodo actual.

Yo miro el inicio de esta saga, de la primera parte del siglo XX, y veo que fue un momento de guerras mundiales y las peores masacres, por lo que eso no me genera nostalgia.

¿Qué queda de la Francia que aparece en sus libros?

Lo que queda de Francia es la nostalgia (risas). La Francia que describo de los años sesenta, es una Francia feliz, similar a los tiempos de finales del siglo XIX, cuando confía en el futuro, en el progreso, pero esa confianza está basada en cosas que han generado el cambio climático, lo cual nos está condenando. Una confianza mal ubicada, al ser inconscientes de las desgracias que estábamos preparando para las generaciones futuras.

Foto y noticia: Colprensa