En la mañana de este 4 de septiembre de 2024, Bogotá se vio impactada por una masiva movilización de motociclistas, quienes se unieron al paro de camioneros en protesta contra el incremento del precio del diésel (ACPM). La jornada de manifestaciones, que comenzó a primera hora del día, ha generado un caos vehicular significativo en diversas zonas de la ciudad, particularmente en la avenida Ciudad de Cali con calle 10, donde los moteros implementaron un plan tortuga en dirección sur-norte.

Contexto de las Protestas

La convocatoria de los motociclistas responde a un llamado a la acción compartido en redes sociales, donde se instó a los conductores de aplicaciones, motociclistas y otros conductores a sumarse a la movilización. El mensaje difundido expresaba su descontento frente a lo que consideran una persecución por parte de las autoridades de tránsito, así como las condiciones que enfrentan debido a las políticas de movilidad vigentes en la capital. «No más persecución de la Secretaría de Movilidad», clamaban en los panfletos.

Despliegue de las Movilizaciones en Bogotá

El punto álgido de la protesta se registró alrededor de las 10:48 de la mañana, cuando los motociclistas bloquearon totalmente la avenida Centenario (calle 13) con carrera 90, en el sector de la Y de Fontibón. El gremio de moteros, liderado por Arnold Baquero, había planeado concentraciones en puntos estratégicos de la ciudad, como el Portal Usme, el Portal Suba, el Portal del Sur, la Biblioteca Virgilio Barco, el Portal del 20 de Julio, la avenida Boyacá con calle 13 y el Parque Nacional. Estas acciones han causado una gran congestión y desvíos en la circulación de vehículos, afectando el transporte en la capital.

Paro de Camioneros: El Origen del Conflicto

El paro de camioneros, que comenzó el 3 de septiembre, se originó por el rechazo al incremento del precio del ACPM, que según los transportadores, hace insostenible su actividad económica. A pesar de que el Ministerio de Transporte anunció la congelación de futuros aumentos, manteniendo únicamente el alza de $2.000 en septiembre, esta medida no ha sido suficiente para desactivar las protestas.

Las autoridades locales han manifestado su preocupación por la situación, indicando que las vías de hecho, como los bloqueos, no son aceptables y hacen un llamado al diálogo para resolver el conflicto. Entretanto, la ciudad continúa paralizada en varios sectores clave, con una ciudadanía cada vez más afectada por las repercusiones de este paro multisectorial.