Las autoridades panameñas abrieron esta semana un gran centro cultural y artístico en la caribeña provincia de Colón, golpeada por los altos índices de violencia y pobreza, tras reformar ese histórico edificio que sirvió durante años como uno de los colegios más importantes de la zona.
«En esta ocasión venimos a inaugurar una de las obras más importantes realizadas por nuestro Gobierno. Esta es la obra de restauración más grande que se ha hecho en la historia de la provincia de Colón. El rescate del (colegio) Abel Bravo en el Centro de Arte y Cultura de Colón», dijo el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo.
El acto de «entrega al pueblo colonense de su nuevo centro de bellas artes», estuvo encabezado por Cortizo, y contó con la presencia de autoridades nacionales y locales, así como artistas renombrados de la provincia.
El Centro de Arte y Cultura de Colón, ubicado en el corazón de esta ciudad, es una obra de restauración con un costo de 27 millones de dólares y una extensión de 23.000 metros cuadrados. En la construcción participó mano de obra de Colón.
Anteriormente era el colegio Abel Bravo, uno de los más importantes de la provincia que fue abandonado y que se encontraba con sus infraestructuras dañadas, según dijeron a EFE fuentes oficiales.
Ahora ese renovado centro cuenta con salas destinadas al arte y la cultura, un teatro, una plaza en el centro del edificio y una nueva biblioteca pública.
«La opción nunca fue derribar un edificio emblemático patrimonial para construir uno nuevo porque borrar la memoria es borrar los lazos del pasado con los recuerdos de infancia y de juventud, es borrar la historia este espacio recuperado para Colón», anunció la ministra de Cultura de Panamá, Giselle González.
La ministra detalló que «los trabajos de restauración se hicieron con el mayor cuidado posible buscando conservar su imagen original con la inclusión de sus ventanales, los patios, al igual que el color original de sus de sus estructuras, que se obtuvo mediante una cala minuciosa de las diferentes capas que se dieron a lo largo de su vida útil».
La líder de la cartera de Cultura también hizo un llamado a cuidar el restaurado edificio para evitar que vuelva a caer en el abandono: «También deben mantenerlo, cuidarlo, protegerlo y custodiarlo, quienes habitan como parte de sus creadores y artistas (que) serán los nuevos maestros (que) escribirán nuevas historias, pero sobre todo dejarán nuevas memorias».
Colón, la segunda ciudad más importante del país al ser la entrada por el Caribe del Canal de Panamá, es una de las áreas más golpeadas por la criminalidad, violencia y pobreza.
Según estadísticas oficiales, en 2023 Colón fue la segunda provincia con más homicidios al registrar el 19 % del total de muertes violencias. Unas cifras similares hasta abril de este año (las más recientes), pues esa zona sigue siendo la segunda más peligrosa de Panamá, después de la capital, con 106 homicidios de los 556 reportados.