Osa de anteojos en Rivera; Por primera vez fue avistado un ejemplar de oso de anteojos en zona rural del municipio de Rivera, en el norte del Huila. El registro, obtenido por el Grupo de Monitoreo Jaguarundí, reveló esta gran escena: una osa con su cría, lo que deja en evidencia la importancia de esta región como hábitat clave para la reproducción y el desarrollo temprano de los osos andinos.

Este hallazgo amplía la distribución conocida del mamífero en 16 municipios del Huila, incluyendo las localidades de Acevedo, Algeciras, Garzón, Íquira, Isnos, La Argentina, La Plata, Neiva, Palestina, Pitalito, Saladoblanco, San Agustín, Santa María, Teruel, Tello y ahora Rivera.

“Gracias al esfuerzo articulado con los integrantes del Grupo de Monitoreo Comunitario Jaguarundí, el proyecto Corredor Andino Amazónico ‘Pacto HYLEA’ y la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – CAM, se ha registrado por primera vez la presencia del emblemático oso andino (Tremarctos ornatus) en esta localidad”, explicó Katherine Arenas, bióloga de la CAM. Este descubrimiento representa un hito importante para la biodiversidad regional y subraya la necesidad de proteger estos ecosistemas vitales.

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Conectividad entre ecosistemas

El oso de anteojos, también conocido como “oso andino”, es una especie icónica de los Andes y un actor clave en el equilibrio de los ecosistemas montañosos. Su presencia en esta zona no solo evidencia la conectividad entre diferentes hábitats, sino que también destaca la relevancia del Parque Natural Regional La Siberia Ceibas y otras áreas protegidas como refugios fundamentales para la fauna silvestre.

Además, este avistamiento de la osa con su cría evidencia la función de estas áreas como zonas donde las hembras enseñan a sus crías a sobrevivir antes de dejarlas por completo.

“Aquí podemos identificar cómo el hábitat del oso de anteojos en el departamento del Huila permite el desarrollo del proceso productivo activo, debido a que con anterioridad hemos podido registrar en vida silvestre el proceso desde el cortejo, la cópula, la reproducción, el nacimiento de crías y el seguimiento de crías hasta los dos años, que es cuando se separan de sus madres”, señaló la bióloga de la corporación ambiental.

La profesional de la máxima autoridad ambiental indicó que “esta nueva cría, avistada con su madre y que se encuentra en excelente estado biológico, tiene alrededor de 18 meses de edad y afronta el proceso natural denominado: destete”.

Además, explicó que durante el período previo al destete, las hembras de oso andino desempeñan un papel fundamental en el cuidado parental. La madre lleva a su cría a sitios donde ella es residente, enseñándole habilidades esenciales para la vida independiente, como trepar árboles, buscar alimentos específicos y evitar peligros naturales. Estas lecciones son cruciales para garantizar que los jóvenes osos puedan sobrevivir solos cuando sean destetados por su madre.