Las alarmas están encendidas nuevamente ante una eventual infección que podría escalonar a niveles que actualmente padecemos. Y es que, en Japón, por parte de funcionarios de salud y custodiados por la OMS, la Organización Mundial de Salud, ordenaron el sacrificio de unos 40.000 pollos en una granja del oeste del archipiélago, luego de detectar numerosas aves muertas cuyos análisis dieron positivo en gripe aviar, siendo una cepa de gran propagación y de infección mortífera en menos de 72 horas.
Cabe resaltar que las aves que fueron sacrificadas e incineradas en un protocolo de seguridad de alta vanguardia, pertenecían a una granja avícola situada en la ciudad de Kanonji, en la prefectura de Kagawa (isla de Shikoku), luego del protocolo las personas involucradas en la intervención fueron dispuestas en cuarentena, al igual que los habitantes de la granja y cercanos, así mismo se estableció un área de exclusión de tres kilómetros a la redonda.
Las autoridades y la OMS, están monitoreando la situación, y tienen dispuesto un protocolo de alarma temprana ante la evidencia de una propagación de la infección ya detectada, se espera en las próximas horas que se dé un adelanto de la situación a través de un comunicado de prensa en su página web.