Para el segundo semestre de 2022, las previsiones climáticas realizadas por el IDEAM muestran que confluirán circunstancias meteorológicas, como temporada de lluvias, entre septiembre y octubre; temporada de huracanes, entre junio y noviembre; y el fenómeno de variabilidad climática ‘La Niña’.
«Desde el Ministerio de Salud y Protección Social invitamos a la ciudadanía y autoridades a reforzar las medidas preventivas debido a los impactos sociales, ambientales y económicos que se pueden presentar por la concurrencia de estos fenómenos», expresó la ministra Carolina Corcho.
Minsalud envió a las entidades territoriales la Circular Externa 038 de 2022 con «Lineamientos para la preparación y respuesta sectorial, frente a los posibles efectos en salud, incluyendo la covid-19, durante la actual temporada de lluvias y fenómeno de variabilidad climática ‘La Niña’ 2022-2023″.
En esta se establece que las entidades territoriales deben reconocer, bajo la política de la gestión del riesgo, los posibles efectos nocivos en la salud y deberán considerar realizar oportuna y efectivamente, el ajuste y preparación de los planes de contingencia del sector salud, especialmente en lo relacionado con:
-Incremento de la Infección Respiratoria Aguda IRA (incluida la posibilidad de contagio por covid-19).
Incremento de enfermedades transmitidas por vectores.
-Incremento de enfermedades transmitidas por agua y alimentos (Enfermedad Diarreica Aguda (EDA), Hepatitis A, Fiebre tifoidea y Paratifoidea, y Cólera), por afectaciones de los sistemas de abastecimiento de agua para consumo.
Finalmente, se da el lineamiento de disponer de talento humano idóneo, suficiente y continuo a nivel municipal, distrital, departamental y nacional, para hacer frente a los posibles efectos negativos en la población, que pueden generarse durante el desarrollo de estos eventos mitigando el impacto en la salud pública
Está circular de Minsalud es un llamado a la constante articulación intersectorial e intrasectorial con las direcciones departamentales, distritales y municipales de salud, para lograr una eficaz comunicación del riesgo a la ciudadanía; gestión de entornos saludables, alojamientos temporales, salud nutricional, alimentos, bebidas y agua potable para consumo humano; fortalecimiento de las acciones relacionadas con el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI); además de la vigilancia intersectorial e intrasectorial en salud pública.