La autoridad ambiental del Valle de Aburrá ha monitoreado los niveles de ruido en más de 600 barrios, utilizando más de 300 sensores distribuidos en los diez municipios del área. Este seguimiento, enfocado en diversas fuentes como calderas, empresas, bares, discotecas e iglesias, revela que el 17% de estos barrios necesitan implementar estrategias urgentes para mitigar el ruido y proteger la calidad de vida de sus habitantes.

David Berrío, ingeniero de sonido del Proyecto SIATA, subrayó que “el ruido ambiental es un sonido molesto o no deseado generado por actividades humanas, que impacta negativamente la salud y el bienestar de las personas”. Las principales fuentes de este tipo de ruido en el Valle de Aburrá incluyen el tráfico, donde intervienen vehículos, el metro, aviones, la actividad industrial y los lugares de ocio.

Según Berrío, el ruido ambiental se distingue del ruido de convivencia por su continuidad en el tiempo y su capacidad de afectar a grandes grupos de personas.

Datos clave:

– Los municipios más ruidosos son los más densamente poblados, debido al crecimiento demográfico y al aumento del parque automotor.

– Barbosa es el municipio menos ruidoso del Valle de Aburrá.

– De los 611 barrios en el territorio metropolitano, el 17% requiere una gestión muy alta para reducir los niveles de ruido, mientras que un 15% necesita una gestión alta. El 22% de los barrios goza de condiciones acústicas óptimas.

– Conducir sin acelerar y frenar bruscamente, y controlar el uso de la bocina, son recomendaciones para reducir el ruido ambiental.