Bogotá, D. C., 27 de abril de 2024. En el país, la reforma a la salud se convirtió en un tema de debate en la ciudadanía, los sectores de opinión, especialistas y algunos medios de comunicación. En ese universo de críticas, apoyos y, en casos, desavenencias, han construido mitos que se alejan de los verdaderos propósitos que tiene la propuesta gubernamental para mejorar el sistema de salud y garantizar este derecho fundamental con equidad.
Aquí, algunos de los mitos que surgieron en el debate:
1: La reforma hará que los recursos públicos de la salud se entreguen a gobernadores y alcaldes
No, los recursos llegarán directamente de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES), a los centros de atención primaria, hospitales y clínicas públicos, privados y mixtos que hagan parte de las redes integradas de servicios de salud.
2: La reforma va a acabar con las Entidades Promotoras de Salud (EPS)
No acaba con las EPS, las transforma en gestores de salud y vida. Tendrán un rol administrativo. No manejarán los recursos ni tendrán clínicas y hospitales propios de segundo y tercer nivel, lo que hará que sistema sea más transparente. Les ayudarán a las entidades territoriales, departamentos y distritos a organizar los servicios, según las necesidades de la población y hacer un uso eficiente de los recursos garantizando el cuidado integral de las personas.
3: El sistema de salud actual es eficiente y la reforma lo va a destruir
El sistema de salud actual es muy ineficiente. Se ha dicho en reiterados estudios, incluso por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Hay despilfarro de recursos que se concentra en las urgencias de los terceros niveles de atención de los hospitales y clínicas que permanecen colapsados.
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Eso se da porque no se atienden, de manera oportuna, a las personas y se les ponen muchas barreras de acceso para la atención. Esto ocasiona que la población se enferme por factores prevenibles. Hace que el sistema sea mucho más costoso, porque los recursos se concentran en medicamentos de alto costo y en la alta especialidad, por no hacer promoción de la salud y prevención de la enfermedad.
Además, el sistema actual es proclive a la corrupción de lo que hay múltiples ejemplos. Con el nuevo sistema habrá mayor transparencia y habrá una asignación de recursos a los territorios de manera equitativa y más eficiente.
4: La reforma va a estatizar el sistema de salud
La reforma no estatiza al sistema, por el contrario, mantiene la cooperación permanente con el sector privado, solo que ahora el sector privado, representado en las EPS, no va a manejar los recursos. Adicional, sus prestadores eran los hospitales y clínicas privadas, que hoy son la mayoría en el país, casi el 75%. El país necesita que esta inversión de la empresa privada siga manteniéndose y que, colaborativamente, con los hospitales públicos se organicen en redes integrales de servicios para llegar a la población, cerca donde residen y quitando todas las barreras de acceso.
5: El valor de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) no es suficiente para cubrir todos los gastos en salud de la población
El país invierte alrededor de 8 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) en salud, unos recursos muy importantes que este año superan los 95 billones de pesos y que son recursos suficientes, según los cálculos que se hacen, la metodología y la información que pasan las EPS. Solo que tenemos unas ineficiencias en el sistema actual y también se ha demostrado que hay un desvío de recursos hacia otros fines que hacen que no sean suficientes, porque se desvían en otra dirección.
6: No hay presupuesto para la llevar a cabo la reforma
Hay recursos suficientes para poder reorganizar los servicios de salud, para poder hacer la reforma que se plantea. En especial, porque están creciendo los recursos provenientes del sistema general de participaciones producto de la última reforma tributaria. Estos recursos se asignarán de una manera más eficiente para poder garantizar la atención primaria y el cuidado integral de toda la población.
7: Las EPS han sido más efectivas administrando el dinero de la salud, el Estado no
No es cierto que hayan sido más efectivas o eficientes, por el contrario, hay una enorme cartera con los hospitales públicos y privados que supera los 25 billones de pesos. Adicional a esto, se han tenido que liquidar más de 120 EPS desde el origen del sistema actual, en especial por los deficientes indicadores de cumplimiento y de solvencia.