Medellín, 4 de enero de 2024. En Colombia hay 1.488.350 mujeres venezolanas, lo que representa el 51 % de la población migrante proveniente del vecino país, según el más reciente informe de Migración Colombia (2022). Esto significa un gran reto, por lo que organizaciones públicas, privadas y de cooperación internacional apuntan a programas que garanticen su cuidado y el de sus familias, promoviendo oportunidades para la integración socioeconómica.
Por esta razón, ‘Juntos por la inclusión’, una estrategia de Comfenalco Antioquia en convenio con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), lideró el proyecto piloto Línea Protección Violeta Inclusiva, pionera en el cuidado de mujeres migrantes venezolanas, refugiadas y víctimas de desplazamiento forzado, que han ejercido o ejercen el sexo por supervivencia.
Vanessa González Castillo, profesional de Gestión de Oportunidades de Juntos por la inclusión, afirma en la primera etapa del proyecto, que se ejecutó en el segundo semestre de 2023, se brindó a 49 participantes (26 de Medellín y 23 de Pereira) capacitaciones para la salud sexual y reproductiva, prevención de violencias basadas en género, implantes subdérmicos para la prevención de embarazos, así como formación en habilidades para el éxito, acompañamiento técnico para el emprendimiento, orientación sociolaboral y entrega de capital semilla para fortalecer sus ideas de negocio.
“Con esta completa ruta de aprendizaje se buscó atender necesidades físicas y emocionales, apuntando también a la adquisición de conocimiento para encontrar otras alternativas para la generación de ingresos. La capacitación no solo se centró en habilidades emprendedoras y técnicas, sino también en el fomento de la autoconfianza y la resiliencia”, explicó González.
Una de las mujeres beneficiadas es Elaine del Carmen Lara, de 47 años, madre soltera y habitante del barrio Enciso, ubicado en la comuna 8 de Medellín, quien lleva seis años viviendo en la capital antioqueña, luego de llegar desde Cabimas en el estado Zulia de Venezuela con su hijo de 8 años, en busca de mejores oportunidades. Hoy ella tiene un carrito ambulante de comidas rápidas en el Parque Berrío, llamado ‘Empanadas la Crespa, sabor venezolano’ con el que sostiene su hogar.
“Mi participación en Protección Línea Violeta Inclusiva me sirvió mucho como mujer, me permitió reconocer mis derechos, saber que no es normal que un hombre me violente; saber que somos muchas las mujeres migrantes que necesitamos ayuda. Este proyecto me brindó confianza, me ayudó a comprender que no estamos solas, que hay instituciones que nos protegen y me permitió tejer una red de mujeres y conocer la historia de vida de cada una de ellas, a la vez que fortalecí mi negocio, para seguir adelante con mi familia”, asegura.
Mujeres como Elaine, beneficiarias de este proyecto, provienen de diversos contextos y generalmente traen consigo experiencias difíciles de vida. Al igual que esta madre, ellas encontraron un espacio seguro donde sus historias se entrelazan con la esperanza de un futuro mejor.
En Antioquia, Línea Violeta se realizó en alianza con la corporación Putamente Poderosas, la Corporación Colectiva Justicia Mujer y la Fundación Unimédicos; mientras en Pereira con Enterritorio, el Mecanismo Coordinador de País Colombia, Aid for AIDS Colombia, Stella Brand Casa de la Mujer y Familia, la comunidad religiosa Adoratrices y la Defensoría del Pueblo.
Resultados de línea violeta en Antioquia
Esta iniciativa del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Comfenalco Antioquia ofreció educación y capital para ideas de negocio de esta población, priorizando a las mujeres venezolanas que viven en Medellín y Pereira.
La estrategia mejoró el conocimiento y las prácticas de protección frente a la prevención del VIH y otras Infecciones de Transmisión sexual (ITS); así como de violencias basadas en género de mujeres refugiadas, migrantes y desplazadas que ejercen el sexo por supervivencia.
Con la participación de 26 mujeres en Medellín y 23 en Pereira se desarrollaron actividades para la salud sexual y reproductiva; para mejora de medios de vida con educación financiera y otras formas de generar ingresos.
El proyecto piloto Línea de Protección Violeta permitió realizar un ejercicio de corresponsabilidad, visibilización y acompañamiento a las beneficiarias brindando espacios de prevención, reintegración y empoderamiento.