Bogotá, 28 de enero (EFE). Según el informe “El saqueo continúa: Pobreza y desigualdad extrema, la herencia del colonialismo”, publicado recientemente, los países del sur global destinan el 48 % de sus ingresos anuales al pago de deuda pública, mientras que solo un 6 % se invierte en educación. Este contraste evidencia la desigualdad económica en la región, donde la riqueza conjunta de los milmillonarios creció tres veces más rápido en 2024 que en 2023, según el informe de Oxfam.

Ante esta situación, la organización propone tres medidas urgentes para reducir la desigualdad:

  1. Gravar impuestos a las grandes fortunas.
  2. Cancelar la deuda pública.
  3. Garantizar que los ingresos del 10 % más rico no superen a los del 40 % más pobre.

Una región marcada por la desigualdad

Actualmente, 170 millones de personas en América Latina viven con menos de 6,85 dólares al día, según datos del Banco Mundial. Si esta tendencia persiste, eliminar la pobreza podría tardar más de un siglo.

En contraste, Latinoamérica alberga a 98 milmillonarios, de los cuales algunos poseen fortunas superiores a los 300 millones de dólares. Este sistema económico, señala Gloria García-Parra, directora regional de Oxfam para América Latina y el Caribe, está diseñado para perpetuar el acaparamiento de riqueza y sofisticar las formas modernas de saqueo.

“Si los milmillonarios de América Latina perdieran el 90 % de su riqueza, aún serían millonarios”, explicó García-Parra. Además, destacó que, si alguien hubiera comenzado a ahorrar 1.000 dólares diarios desde el inicio de la humanidad, no alcanzaría la riqueza de uno de estos milmillonarios.

Redistribución y acuerdos internacionales

Para combatir esta brecha, Oxfam insiste en la necesidad de un acuerdo fiscal internacional liderado por Naciones Unidas, que incluya una convención marco sobre cooperación fiscal. Esto ayudaría a combatir los paraísos fiscales y mejorar la transparencia financiera.

También se propone que los países del sur global colaboren para renegociar las deudas con instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), las cuales, según García-Parra, son deudas diseñadas para no ser pagables.

En promedio, los países de la región destinan entre el 40 % y el 48 % de sus ingresos anuales al pago de deuda pública, mientras que invierten apenas un 6 % en educación y entre un 6 % y 10 % en salud.

Medidas para una economía más justa

Oxfam enfatiza la importancia de redistribuir la riqueza y poner fin a los monopolios que perpetúan la desigualdad. Además, se destaca la necesidad de cambiar los sistemas de votación en instituciones como el Banco Mundial, el FMI y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para garantizar una representación justa de los países del sur global.

“Es fundamental que las sociedades entiendan que no hay economía saludable en una región con milmillonarios y pobreza extrema”, concluyó García-Parra. Por ello, Oxfam hace un llamado a la ciudadanía para que elijan gobernantes comprometidos con reducir la desigualdad y alejados de las oligarquías.

Cortesía: Fotografía de la directora regional de Oxfam para América Latina y el Caribe, Gloria García-Parra, en una entrevista con EFE en Bogotá (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda