Varias naciones de América, expresaron con profundo rechazo a la realización de la subasta “Los Imperios de Luz (IV) Colecciones Privadas Europeas de Arte Precolombino” que fue organizada por la casa de subastas Millon et Associés y programada para el próximo lunes 3 de abril.
Al mismo tiempo, indicaron que deploran que, una vez más, se mantengan prácticas constantes el comercio ilícito de bienes culturales que desmejoran el patrimonio, la historia y la identidad de nuestros pueblos. Indicando que reiteran sus posiciones frente a que las subastas:
1- Fomentan el saqueo, el tráfico ilícito y blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada transnacional.
2- Atentan contra la arqueología moderna al incentivar excavaciones ilegales para extraer objetos, e impedir su investigación, obstaculizando así el conocimiento sobre grupos humanos en el pasado.
3- Privan a las piezas sustraídas de su esencia cultural, histórica y simbólica, reduciéndolas a simples objetos de decoración de particulares.
4- Menoscaban la cooperación entre los Estados para la protección y conservación del patrimonio cultural.
5- Socavan la integridad de las culturas y, por ende, de toda la Humanidad.
6- Dan pie a un mercado de falsificaciones.
A su vez, indicaron que siguen comprometidos con la diplomacia activa, en protección por la vía jurídica, en lo bilateral con el gobierno francés, y en lo multilateral, principalmente vía la UNESCO. En este caso desde Francia, el marco jurídico que regula las ventas y subastas de los bienes culturales establece que la restitución de las piezas depende de la voluntad del poseedor privado, lo que limita sensiblemente nuestro marco de acción. No obstante, reafirmaron que la disposición a colaborar con medidas concretas para la protección del patrimonio cultural prehispánico, los bienes culturales del periodo colonial y el combate al tráfico ilícito de estas piezas.
Por último, expresaron que se mantienen firmes con el propósito de promover los trabajos para detener la comercialización de bienes que pertenecen a nuestros respectivos Estados y de realizar acciones de sensibilización para que se reconozca que forman parte del patrimonio histórico de la humanidad. Al mismo tiempo extendieron un gran invitación a todas las personas que poseen bienes culturales de cada país a devolverlos a su lugar de origen para que éstos sean estudiados en su contexto como elementos de la memoria viva de los pueblos latinoamericanos.