Quito, 27 marzo (EFE). La Semana Santa de Quito, una de las más tradicionales y de mayor fervor de Latinoamérica, reúne estos días a miles de visitantes que llegan un año más para conocer la ciudad durante la mayor festividad religiosa de Ecuador y disfrutar de sus manifestaciones de fe, de sus expresiones culturales y de una gastronomía propia y típica de estas fechas, todo sobre un escenario monumental patrimonio de la humanidad.
En total son más de cien actividades programadas en Quito durante la Semana Santa, pero las principales se concentran en su centro histórico, declarado en 1978 por la Unesco como patrimonio cultural de la humanidad.
La zona es custodiada desde lo alto por la Virgen del Panecillo, la estatua de aluminio más grande del mundo, con sus 41 metros de altura.
Los actos grandes comenzaron con la procesión del Domingo de Ramos y posterior misa campal, que reunió a miles de fieles en una romería de palmas.
Sin embargo, las celebraciones se extienden hasta sus 33 parroquias rurales que forman parte de la capital ecuatoriana, y una de las más importantes es la Procesión de Andas de Puéllaro, prevista para este martes.
El Arrastre de Caudas, único en el mundo
El acto más singular es el Arrastre de Caudas, pues Quito es la única capital del mundo que sigue realizando esta ceremonia que llegó en el siglo XVI procedente de España y que se ha mantenido mientras otras catedrales como la de Sevilla (España) y la de Lima dejaron de celebrarla.
En este ritual, también conocido como la Reseña de la Santa Cruz, el arzobispo de Quito y sus canónigos realizan durante el Miércoles Santo una procesión dentro de la catedral en la que llevan en sus espaldas las caudas, unas pesadas capas negras de casi dos metros de largo que simbolizan los pecados del mundo.
Tras completar el ritual, los canónigos, que son los religiosos más antiguos de la iglesia quiteña, se postran delante del altar mayor para que el arzobispo agite una gran bandera negra con una cruz roja para transmitir, de forma simbólica, las virtudes de Jesucristo.
El Jueves Santo es el turno del recorrido por las siete iglesias, una peregrinación masiva que pasa por los templos más icónicos y emblemáticos de la ciudad, como son Carmen Alto, El Sagrario, San Francisco, San Agustín, La Compañía, La Catedral y La Concepción, y ese mismo día en la noche tiene lugar la Procesión de la Luz.
Jesús del Gran Poder, la gran procesión
El acto más multitudinario se da el Viernes Santo, con la procesión del Jesús del Gran Poder, donde miles de personas acostumbran a llenar las calles del casco antiguo de la urbe para acompañar su recorrido.
Pese a que se celebra desde 1961, esta procesión tiene toda la escenografía y devoción de los grandes recorridos de Semana Santa de Sevilla (España), con nazarenos cubiertos con capirotes, llamados aquí ‘cucuruchos’, quienes acompañan a la centenaria imagen que llegó a Quito procedente de España.
Junto a ellos, también marchan cada año las llamadas verónicas, un grupo de mujeres ataviadas con hábitos y velos morados que simbolizan a la mujer que, según el Evangelio, limpió el rostro ensangrentado y sudoroso de Jesucristo durante el Vía Crucis, que quedó luego plasmado en la tela.
También el Viernes Santo, acontece en la parroquia de La Merced la Procesión de los Diablos, donde estos seres del infierno salen a bailar para festejar que Jesucristo ha muerto.
Fanesca, la sopa de la Semana Santa
Sin embargo, para los quiteños no se termina de celebrar completamente Semana Santa si no se come la fanesca, una sopa tradicional de pescado que se acostumbra a elaborar en estas fechas con doce ingredientes, entre los que destacan granos andinos como el choclo, entre otras variedades de maíz.
Para enaltecer a esta sopa espesa, con la que tradicionalmente se rompe la abstinencia y el ayuno de la Semana Santa, se celebró el jueves pasado el tercer Festival Gastronómico ‘Fanesca Sostenible, del Campo a la Mesa’, organizado por la Universidad UTE y Quito Turismo, la agencia municipal de promoción turística de la ciudad.
Allí, el alcalde de la capital ecuatoriana, Pabel Muñoz, premió a los mejores veinticinco elaboraciones de esta expresión gastronómica de la Semana Santa quiteña en distintas categorías como restaurantes, huecas (locales tradicionales), hoteles y mercados, y con énfasis en la sostenibilidad y trazabilidad de los productos.
Además, los actos religiosos de la Semana Santa de Quito estuvieron precedidos por el Festival de Música Sacra, que ambientó los principales teatros e iglesias de la ciudad, del 13 al 24 de marzo. EFE