Bogotá, 13 de agosto de 2024. Con el objetivo de alcanzar una mayor soberanía alimentaria, tal y como lo establece el Plan Nacional de Desarrollo ‘Colombia, Potencia Mundial de la Vida’, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) tiene listo el plan de distribución masiva de Bienestarina Más Nuestra, producto fabricado desde este año con productos nacionales de alto valor nutricional, como lo son la yuca y el sacha inchi.
‘El maní del Inca’ o sacha inchi (Plukenetia volubilis) es una planta oleaginosa trepadora perteneciente a la familia Euphorbiaceae, usada como fuente de alimento por las tribus de la Amazonía desde tiempos ancestrales, y muy apreciada por contenido nutricional.
En una primera fase, en diciembre de 2023, se realizó la compra de 120 kilos de almendra de sacha inchi, que fueron utilizados para realizar las primeras pruebas de producción, las cuales duraron hasta febrero.
Posteriormente, entre marzo y mayo, se ejecutaron los ensayos de estabilidad necesarios para obtener el registro sanitario expedido por el Invima. Superadas las etapas de pruebas y registro, en mayo se entregó la primera producción en la localidad de Usme en Bogotá.
Desde julio pasado se inició la compra masiva de la almendra de sacha inchi, para dar continuidad a la producción a gran escala de Bienestarina Más Nuestra.
Ingredion Colombia S.A., contratista encargado del desarrollo de los nuevos alimentos de alto valor nutricional, producción y distribución de Bienestarina, realizó en julio la compra de 1.200 kilogramos del derivado de la planta amazónica a la Cooperativa Multiactiva de Agronegocios del Putumayo (Coomultiagrop).
El ICBF anunció que en septiembre, octubre y noviembre se comprarán mensualmente, también, 12 toneladas.
Ya se empezó la distribución de Bienestarina con yuca y sacha inchi en Caquetá, Guaviare, Putumayo, Vaupés y Sucre, desde el pasado 8 de agosto, mientras que en Amazonas y Guainía las entregas tendrán inicio en la segunda quincena del mes.
A cada beneficiario se le hace entrega de una bolsa de 900 gramos de Bienestarina Más Nuestra, la cual puede ser consumida en porciones de 15 gramos por día, a fin de complementar la recomendación de energía y nutrientes necesarios.
Para la directora general del ICBF, Astrid Cáceres, “en el Gobierno del Cambio es satisfactorio entregar este alimento de alto valor nutricional con insumos nacionales, que además del fortalecimiento nutricional de las niñas y niños, incide en la reactivación económica agrícola y social de los pequeños productores, favoreciendo las economías locales y los circuitos cortos de comercialización y, particularmente, en la soberanía alimentaria como componente del derecho humano a la alimentación”.
La Bienestarina Más Nuestra también contiene una mezcla de otras materias primas como harina de trigo, soya y leche en polvo, que aportan, igualmente, al crecimiento y desarrollo de las niñas y niños.
‘El maní del Inca’ y el apoyo al campesinado
El sacha inchi aporta ácidos grasos esenciales como el Omega 3, 6 y 9, los cuales contribuyen al desarrollo del cerebro, incidiendo en el fortalecimiento de procesos neuronales. Así mismo, son una fuente privilegiada de energía.
De acuerdo con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), su consumo representa, además, una alternativa para combatir la deforestación, pues favorece la conservación del suelo y del medio ambiente.
A través de la cooperativa Coomultiagrop se compra el producto a 700 campesinos del Putumayo de los municipios de Orito, Villa Garzón, Valle del Gamuez, Puerto Caicedo y Puesto Asís, quienes fueron identificados a través de programas liderados por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), para la sustitución de cultivos.