En el día de ayer se dio a conocer la captura Álvaro Córdoba en Medellín, hermano de la exsenadora y candidata al Congreso, Piedad Córdoba, a quien se le acusa por parte de una corte estadounidense de tener nexos con narcotraficantes y exportar cocaína a dicho país.

La noticia ha causado la reacción airada de la ex congresista quien cataloga el hecho como “un bordo montaje”, y destaca es una percusión política que busca desacreditarla y cobrar “viejas cuentas” respecto a denuncias hechas al paramilitarismo y el estado, entre ellos dirigentes políticos.

Según la investigación judicial se asegura que el hermano de Córdoba tendría vínculos directos con las disidencias de “Gentil Duarte”, acusación que la exsenadora ha solicitado sea “con argumentos verídicos no acusaciones sin piso argumentativo, con pruebas que lo avalen”, no un señalamiento “incoherente y burdo”  donde no hay jurídicamente cómo  acusarlo, por lo que la dirigente política ha actuado en su defensa, buscando que el caso llegue a estrados internacionales, donde acusará al gobierno de este hecho, el cual considera “una percusión política y burdo montaje”, que según ha dicho “cuenta con el respaldo descarado de amigos en las cortes estadounidense”.

“Basta de persecución política contra mí y contra mi familia. Ni mi hermano Álvaro Córdoba ni yo tenemos relación alguna con narcotráfico ni con grupos armados. Reto que se muestren las pruebas que soportan este nuevo montaje judicial”, escribió en su cuenta de Twitter la antioqueña.

Durante el operativo que estuvo a cargo de la Dijín de la Policía, fueron detenidos además dos personas relacionadas al caso. Se trata de la líder de una presunta organización delictiva trasnacional Libia Palacio, alias de Amanda, y Alberto Jaramillo, otro de los vinculados al proceso.