Este jueves, en el corregimiento de El Recreo, en el municipio de San Sebastián de Buenavista, Magdalena, el Gobierno Nacional, liderado por el presidente Gustavo Petro, hará entrega de 3.280 hectáreas de tierras a 411 familias campesinas. Esta entrega es parte de la política de redistribución agraria impulsada por la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y busca fortalecer la producción agrícola y ganadera en la región.

El evento forma parte de una jornada más amplia en la que el Gobierno entregará un total de 11.710 hectáreas de tierras en los departamentos de Córdoba y Magdalena, cumpliendo con lo estipulado en el Acuerdo de Paz, específicamente en el punto uno que trata sobre la Reforma Agraria.

Redistribución de tierras para el desarrollo rural

Durante el evento, que reunirá a más de mil habitantes, se entregarán los títulos de propiedad a siete asociaciones campesinas de San Sebastián de Buenavista y San Zenón, municipios del sur de Magdalena. Los terrenos entregados serán aprovechados para actividades productivas como la pequeña ganadería y el cultivo de productos básicos como maíz, yuca, plátano, arroz y ahuyama, entre otros.

La Universidad de Antioquia fue una pieza clave en este proceso, postulando los predios ante la ANT para su adquisición, lo cual permitió que el proceso de redistribución de tierras avanzara de manera significativa.

Entregas de tierras en Córdoba

En Montería, capital del departamento de Córdoba, campesinos víctimas del conflicto armado recibirán 8.430 hectáreas de tierras. Estas incluyen 7.916 hectáreas de predios que pertenecieron a antiguos líderes paramilitares como alias ‘Macaco’, alias ‘Nico’ y alias ‘Cuco Vanoy’.

Este es un paso crucial en la política de Reforma Agraria del actual gobierno, que busca devolver tierras a las comunidades campesinas afectadas por el conflicto y promover un modelo de desarrollo sostenible en las zonas rurales.

Un paso hacia la paz y la equidad agraria

La entrega de estas tierras refuerza el compromiso del Gobierno nacional con la redistribución equitativa de los recursos productivos en el país, un componente esencial para la construcción de una paz duradera y el desarrollo de las zonas rurales. Con esta medida, se pretende mejorar la calidad de vida de las familias campesinas y contribuir a la seguridad alimentaria de la región.