Por: Vicky Dávila
Magistrados en cabeza del ponente Jorge Enrique Ibáñez, protegieron el derecho a la libertad de expresión. Un fallo para todos los periodistas. Gracias a la Corte por proteger a la prensa por el bien de la democracia. Se acabó la infamia. Gracias infinitas a los abogados Ana Bejarano, Ramiro Bejarano y a todos en su oficina. Ellos nunca me abandonaron, lo hicieron todo en esta lucha jurídica. Siempre positivos y profesionales. Cuántas veces me recogieron del piso cuando yo perdía las esperanzas. Siempre gratitud. A todos los que creyeron en mí, GRACIAS. Dios les pague. El sufrimiento y las lágrimas solo serán una anécdota. Gracias a la decisión de la Corte Constitucional reconfirmo que este oficio vale eternamente la pena. A los que me insultaron, señalaron y disfrutaron, bendiciones. A José, mi amor eterno, a mis hijos, jamás los defraudaré. Gracias a mi madre y a mis hermanos. De esto aprendimos todos. Al que actúa bien, le va bien y la verdad siempre triunfa. Al equipo periodístico, hicimos lo correcto y no será el último tropiezo. Vamos con la frente alta. Finalmente, Dios puede todo, nadie está por encima. Tú permitiste que se hiciera justicia. Gracias Señor de Los Milagros, gracias Virgen Milagrosa. Y, por último, gracias a los oyentes, lectores, televidentes y seguidores. Gracias por confiar en mí y no dejarme sola. Los amo. También fui absuelta en segunda instancia por el Tribunal Superior de Bogotá en el caso de Carlos Ferro. Gracias a Dios, a los jueces y a los abogados Ana Bejarano R. G. y Ramiro Bejarano.