La Selección objetiva, el interés indebido en la celebración de contratos, dar, recibir, peculados por apropiación, cohecho son algunos de los delitos contra la administración pública que los Organismos de Control están obligados a investigar.

Y es que en Medellín el alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga y su administración, entregaron sin licitación pública, y por medio de contrataciones directas, una suma de un billón cuatrocientos setenta y dos mil ochocientos veinticinco millones trescientos noventa y un mil novecientos veintidós pesos ($ 1.472.825.391.922 COP).

En menos de lo que canta un gallo y a pocas horas de empezar su mandato, ya estaban entregando contratos a dedo. La pregunta es; ¿en mermelada?

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Esta escandalosa cifra, que supera por 30 veces el monto en dinero que enreda el sonado escándalo de la UNGRD, es el total en plata que por medio de contratos directos, ha venido entregando la Alcaldía de Medellín en cabeza del burgomaestre Federico Gutiérrez.

En total, son 680 contratos que benefician a un selecto número de empresas y fundaciones que supuestamente funcionan sin ánimo de lucro.

¿ Y dónde está la plata?: se preguntaba en distintos medios de comunicación el alcalde Federico Gutiérrez, al tiempo su administración giraba millonarios recursos que llegaban del bolsillo de los contribuyentes.

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La información obtenida por la Unidad Investigativa de Nación Paisa y luego contrastada en las respuestas que en un derecho de petición resolvió la Secretaría de Suministros y Servicios, confirmó que entre el 1 de enero de 2024 y el 5 de julio de 2024, se celebraron más de seiscientos contratos de manera directa.

La magnitud de los recursos involucrados y la naturaleza de las contrataciones han generado dudas sobre las propuesta en campaña que en su momento hizo Federico Gutiérrez, quien dejó ver que habría menos burocracia y más meritocracia con transparencia y equidad en el manejo de los recursos públicos, especialmente en una ciudad que enfrenta múltiples desafíos sociales y económicos.

Un billón cuatrocientos setenta y dos mil ochocientos veinticinco millones trescientos noventa y un mil novecientos veintidós pesos “a dedo” en la Alcaldía de Medellín

Llama la atención la cantidad de fundaciones favorecidas por estos contratos, lo que plantea muchas preguntas sobre los criterios de selección utilizados.

Entre los beneficiarios se encuentran numerosas organizaciones religiosas, lo cual genera interrogantes, porque si bien deben funcionar sin ánimo de lucro, también se deben pagar sueldos y auto sostenerse dada la naturaleza y los propósitos de estas entidades, incluso hay organizaciones que en la administración pasada fueron fuertemente cuestionadas y ahora, al parecer repiten contratación directa con Federico Gutiérrez.

También se destaca el caso de arrendamientos con contratos directos y las justificaciones que conllevo a seleccionar a estos proveedores ¿quiénes son los dueños de las propiedades arrendadas?

La lista de las entidades y personas favorecidas se encuentra detallada en un anexo que acompaña la respuesta oficial de la Secretaría de Suministros y Servicios. Esta situación plantea serios cuestionamientos sobre la gestión de los recursos públicos y la posible existencia de favoritismos en la contratación.

Sin embargo, se debe decir que este hecho no implica en ningún caso que quienes fueron contratados estén inmersos por ahora en algún acto indecoroso o ilegal. No obstante y por tratarse de dineros públicos, nos permitimos revelar la lista:

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El escándalo de los contratos directos en Medellín, donde en el primer semestre superan y con creces el billón 400 mil millones de pesos, pone de relieve la importancia de mecanismos robustos de control y supervisión en la contratación pública.

La transparencia y la rendición de cuéntales son fundamentales para asegurar que los recursos se utilicen de manera eficiente y justa, beneficiando verdaderamente a la comunidad y no a intereses particulares.

La situación actual plantea una oportunidad para que las instituciones de control y la sociedad civil fortalezcan su papel en la vigilancia de la gestión pública, promoviendo prácticas más transparentes y responsables. La atención está ahora en la Alcaldía de Medellín y en las medidas que tomará para abrir las contrataciones y así evitar que se hagan a dedo como en efecto se dio con 680 contratos firmados de manera directa, es decir sin licitación ni competencia.

Unidad Investigativa Nación Paisa

Caricatura Cortesía: PatáN