El alcalde de Medellín asegura que al menos 10 individuos están implicados en la violencia del partido que dejó 45 heridos.

El 26 de septiembre de 2024, el esperado encuentro entre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla se convirtió en un caos, con una trifulca que resultó en múltiples heridos. El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, anunció que se han identificado a los responsables y que enfrentan graves cargos por delitos como intimidación y tentativa de homicidio.

La noche del 26 de septiembre, el estadio Atanasio Girardot, hogar del Atlético Nacional, se transformó en un escenario de violencia cuando aficionados de ambos equipos se enfrentaron en la tribuna norte. El violento episodio dejó un saldo de 45 personas heridas, lo que generó una ola de indignación y rechazo tanto de la ciudadanía como de las autoridades.

En una conferencia de prensa, Federico Gutiérrez expuso las medidas que se tomarán en respuesta a este alarmante incidente. «Hemos identificado a 10 personas que jugaron un papel en los desmanes, y estamos trabajando para ampliar esta lista», aseguró el alcalde. Hizo un llamado a la ciudadanía para colaborar en la identificación de otros implicados y así facilitar el proceso judicial. “Necesitamos su ayuda para reunir pruebas y asegurarnos de que se haga justicia”, agregó.

La Alcaldía, en conjunto con la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), ha implementado sanciones significativas. Entre ellas se incluyen la prohibición de ingreso de público en los próximos dos partidos y el cierre de la tribuna norte por cuatro fechas. Estas medidas buscan garantizar la seguridad en el estadio y evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.

Gutiérrez también se refirió a las deficiencias en la seguridad del evento, reconociendo que la falta de requisas y el escaso número de efectivos policiales contribuyeron a la escalada de la violencia. “En los próximos encuentros, contaremos con 600 efectivos policiales dedicados exclusivamente a la seguridad del evento”, informó, enfatizando la necesidad de crear un ambiente seguro para los aficionados.

Durante su discurso, el alcalde mostró su rechazo rotundo a los actos de violencia, enfatizando que estos no tienen relación con el espíritu del fútbol. “Lo que ocurrió en el Atanasio Girardot no es fútbol, es vandalismo. Estas personas no son hinchas; son delincuentes que atentan contra la convivencia”, afirmó con firmeza.

La situación desatada en el partido entre Atlético Nacional y Junior resalta la urgencia de abordar la violencia en el deporte de manera efectiva. Federico Gutiérrez ha establecido un claro compromiso para erradicar estos comportamientos delictivos y garantizar la seguridad de los aficionados. La colaboración de la comunidad es esencial en esta lucha, y se espera que, con las medidas implementadas, el fútbol en Medellín recupere su esencia como un espacio de celebración y paz. A medida que avancen las investigaciones y se identifiquen a más responsables, la esperanza es que el fútbol vuelva a ser un motivo de alegría y no de confrontación.