Medellín es una de las ciudades con más cámaras de seguridad en funcionamiento del país. Muchos se preguntan: cómo se explica que supuestamente el ELN pudiera instalar una bandera sobre una valla a la luz de toda la comunidad?
Entre las hipótesis que investigan las autoridades, está la de una presunta instrumentalización política para favorecer a un sector generando pánico con la instalación de banderas rojas y negras, alusivas al Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Y es que, en las últimas horas, una bandera del ELN fue descubierta en plena Autopista Sur, exactamente en los límites entre Itagüí y Medellín. El hallazgo tuvo lugar cerca del intercambio de La Ayurá, en la parte alta de una valla publicitaria junto a la vía, cerca al centro de espectáculos Palmahia.
La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá tuvo que acudir al sitio para verificar la situación. Junto con la Unidad Antiexplosivos, realizaron una inspección detallada y lograron descartar la presencia de materiales peligrosos que pudieran poner en riesgo a los transeúntes. Per no encontraron nada.
Vale la pena anotar que la instalación de esta bandera del ELN no es un hecho aislado, sino que se suma a otros similares ocurridos en el departamento en los últimos meses. Hace apenas una semana, otra bandera del ELN fue colocada en el barrio Belén, lo que ha mantenido a las autoridades en alerta constante. ¿Quién estará detrás de la instalación de estas banderas?
El hallazgo de la bandera en la Autopista Sur no solo ha causado preocupación entre los residentes, sino que también ha generado un despliegue significativo de seguridad en la zona. Durante la inspección, las autoridades encontraron fósforos eléctricos y dos botellas de gaseosa cerca de la bandera, lo que incrementó las sospechas y la cautela en las operaciones de revisión.
Este nuevo incidente se produce en medio de un contexto de tensiones crecientes tras el cese al fuego con el ELN. Diversos factores han sido señalados como posibles causas de estos actos, incluyendo el incumplimiento del cese al fuego por parte del ELN, la falta de avances en las negociaciones de paz, presiones políticas, y la necesidad de proteger a la población civil.
En paralelo a estos eventos, la comunidad de Medellín continúa con sus actividades cotidianas, aunque con una creciente sensación de inseguridad. Las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía para que permanezca alerta y reporte cualquier actividad inusual, con el fin de colaborar en el mantenimiento del orden y la seguridad en la región.