El miércoles, las Naciones Unidas trasladaron a Kazajstán, a unos 100 funcionarios internacionales , esto en espera a que la tensión política pueda estabilizarse luego del control del país por parte de los Talibanes.
«Esta es una medida temporal destinada a permitir que la ONU siga brindando asistencia al pueblo de Afganistán con el mínimo de interrupciones, mientras que al mismo tiempo, reduce el riesgo para el personal de la ONU», dijo a la prensa el portavoz de la ONU Stephane Dujarric.
De esta manera se ha dispuesto que el personal evacuado por la comisión internacional pueda desempeñar sus labores desde una oficina temporal en la ciudad kazaja de Almaty, en donde estarán desempeñando sus servicios de forma remota.
cabe resaltar que la organización contaba con una planta de personal de más de 300 empleados internacionales en diferentes territorios del país Afgano, así mismo tiene como empleados un poco más de 3000 empelados nativos.
Dujarric indicó que volverán al territorio luego que hayan garantías de seguridad para el desempeño de las funciones de los servidores, por eso expresó que la ONU esta dispuesta a volver, a penas sienta que «la situación lo permita».
Así mismo agregó que la organización (ONU) está trabajando coordinadamente con otros estamentos y el gobierno Estadounidense, para proteger a los miembros del personal afgano y a sus familias quienes manifiestan encontrarse en peligro por su desempeño en la organización.
«Continuamos explorando todas las vías posibles para apoyar al personal nacional», aseguró Dujarric.
la representante de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados en Afganistán, Caroline Van Buren, expresó a los periodistas en una intervención a medios, que aunque la situación es tensa y se han presentado represalias como persecución, algunos miembros del personal nacional han optado por quedarse, mientras que otros por su parte piden garantías para poder irse del país o estar protegidos mientras permanecen en el territorio.
«Especialmente las mujeres», dijo Van Buren. «Están muy preocupadas por saber si podrán trabajar. El personal masculino está preocupado por sus hijas, si podrán ir a la escuela. Hoy, recibí la reacción de algunas mujeres que sintieron que la situación estaba volviendo a empeorar, pero la mayoría de las mujeres, si pudieran irse, se irían», dijo.
Por su parte ACNUR ha hecho un llamado a los países vecinos, para que se solidaricen con la situación y presten ayuda humanitaria, manteniendo abiertas sus fronteras y permitirle el asilo a los a afganos que huyen de esta problemática social.
Según datos suministrados por Van Buren reveló que unas 20.000 a 30.000 personas se han ido semanalmente, principalmente a Irán y algunas a Pakistán, pero señaló que la mayoría de los afganos no tiene los requisitos legales como documentos de viaje o visados para viajar al extranjero, por lo tanto muchos han optado por ingresar ilegalmente por canales irregulares.