En sesión conjunta, el Concejo Distrital de Medellín y la Asamblea Departamental de Antioquia analizaron el crítico panorama del Río Aburrá-Medellín, estableciendo un llamado urgente para que, aunando esfuerzos, se establezcan acciones con objetivos y plazos claros para el mantenimiento y recuperación del río debido a los riesgos y amenazas actuales que representa el deterioro de la canalización, lo que aumenta las probabilidades de desbordamientos en diversas zonas pobladas.
Al respecto, el concejal Alejandro De Bedout, bancada citante de la invitación, manifestó que el Concejo de hace 70 años autorizó a la alcaldía de ese momento canalizar cerca de 25 kilómetros del Río Aburrá-Medellín desde Caldas hasta Copacabana, ese Valle de Aburrá paso de 500.000 personas a casi 4 millones de habitantes, fenómeno que aumentó la presión sobre el Río y aceleró su deterioro, por eso el reto es recuperarlo. Este es un tema de región no solo de ciudad, no podemos poner pañitos de agua tibia con obras como las del Metro canalizando algunas partes del río para que no se desborde, agregó.
El POT actual establece cómo la ciudad vuelve hacía el Río y cómo lo volvemos a densificar, pero es necesario preguntarnos si el Río aguanta mayor densificación y más desestabilidad frente a lo que se da en un repoblamiento hacia el Río. Frente a esta problemática es indispensable hacer control político y realizar un seguimiento riguroso a los avances en la recuperación y mantenimiento del Río para realizar una intervención integral con diversos actores como la academia, el sector público y privado, la ciudadanía, entre otros, que evite tragedias mayores en el Distrito, aseguró.
Por su parte, Andrés Rodríguez, segunda bancada citante a la invitación, sugirió hacer intervención a través del convenio Nuestro Río porque se requieren varias obras como dragado, reforzamiento de canalización y aprovechamiento, además de estudios hidrológicos del área para la limpieza, canalización, represamiento, aprovechamiento, revisión y mantenimiento de las zonas verdes y hacer continuidad de los Parques del Río y estudio de navegabilidad para la recreación popular.
Según el estudio presentado por la Universidad Nacional, sabemos que en primera instancia las obras de recuperación del Río cuestan $95 mil millones de pesos aproximadamente, pero debe existir un compromiso y esfuerzo entre todos para terminar de repararlo completamente, añadió el Cabildante.
De igual manera, el corporado José Luis Marín, tercera bancada citante de la invitación, precisó que el Río está concebido como un ser vivo que nos articula a escala departamental y nacional, y se requieren acciones interadministrativas para trabajar conjuntamente por su intervención junto con todas las afluentes que lo nutren, particularmente las fuentes hídricas más fuertes, además de concertaciones con los areneros de las zonas quienes padecen profundas afectaciones por las circunstancias de contaminación y avalanchas generadas por el mismo Río.
Otros Cabildantes indicaron que el trabajo debe incluir toda la red hídrica de la ciudad, no solamente el Río sino también sus afluentes y los sistemas de canalización que tienen, mitigando los riesgos y con la recuperación de las 4.217 quebradas que hay en Medellín de las cuales 56 son afluentes principales y 4.161 son afluentes secundarios.
Precisaron a su vez que la Alcaldía va a realizar inversión directa por cerca de $65 mil millones de pesos para el manejo hídrico y la gestión del sistema hidrográfico de Medellín, pero además sugirieron la necesidad de realizar una intervención total para recuperar integralmente el Río con una inversión sugerida de cien mil millones de pesos que permitirán subsanar las dificultades actuales en beneficio de todo el Valle de Aburrá.
Por parte de la Asamblea Departamental, el diputado citante de la invitación, Juan Felipe Vélez, manifestó la urgencia de una intervención integral en el Río Medellín, toda vez que se identificaron 84 puntos críticos y 50 de ellos están en jurisdicción del Distrito de Medellín. Lograr esta intervención traerá beneficios como mejorar la salud pública, el desarrollo sostenible y movilidad, protección al medio ambiente, saneamiento y tratamiento de aguas residuales, recuperación ecológica, educación y participación, desarrollo y ordenamiento territorial, y prevención y gestión de inundaciones, indicó.
Otros Diputados indicaron que la red hídrica del Valle de Aburrá es un sistema donde se desarrollan fauna, flora y seres humanos, por eso todo lo que sucede de Caldas hacia abajo afecta a todo el Valle y la población y esto nos debe llevar a ver el Río como una oportunidad y no como un problema. Actualmente existen 82 puntos críticos y de ellos 32 corresponden a daños en las placas, 13 a azudes (obra hidráulica para facilitar el desvío), 3 a muros, 23 a de barras de sedimento y 7 a escombros.
En su intervención, Ana Ligia Martínez Mora, secretaria del Medio Ambiente del Distrito, indicó que desde el Área Metropolitana se precisa liderar el desarrollo del Río con los corredores viales azules, además realizar intervenciones integrales, pues hasta ahora se han realizado intervenciones en la margen de la línea férrea (margen derecha).
A su turno, el gerente del Metro de Medellín, Tomas Elejalde, aseguró que la entidad se ha visto muy afectada con la situación del Río y expresó que como entidad está quedándose solo en el cuidado del Río y como es el Metro el que lo visibiliza, le corresponde tomar acciones. Hasta el momento se han invertido $28 mil millones para aplicarlos en los puntos más delicados y la priorización se realiza con base en los estudios realizados por la Universidad Nacional, además, el Metro está realizando un gran aporte en la descarbonización con la eliminación de 4.652 toneladas de dióxido de carbono al año.
El Río debe mirarse como un recurso hídrico y cuidar su biodiversidad, no sólo comprando predios sino también haciendo presencia, aseveró Jorge Mario Rendón, alcalde de Caldas. Afirmó que el cambio climático es una realidad y se requiere adecuarnos a ella, por ello, es urgente pensar en acciones concretas no sólo en el Alto de San Miguel, sino concebir el río como el hilo conductor del desarrollo del Valle de Aburrá.
Sobre los puntos críticos y las intervenciones a realizar, Lilian Posada García, docente de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, en calidad de experta invitada, precisó que el Río Aburrá-Medellín tiene afectaciones en diversos tramos desde el municipio de Caldas hasta Barbosa. En Medellín se presentan afectaciones y amenazas particularmente en los sectores de Ayurá – Aguacatala, Aguacatala – Poblado, Puente de Guayaquil, Parques del Río, La Macarena y Acevedo; las obras proyectadas y diseñadas para dar solución a estos puntos tienen un costo aproximado de $94 mil millones de pesos.
Para finalizar, Natalia Castaño Cárdenas, directora de Urban- Centro de estudios urbanos y ambientales de EAFIT- , manifestó que el Río es un sistema que genera agua para consumo debido en los nacimientos existentes, por ello, debe verse como una integralidad con las 4.217 quebradas, reconocer los puntos de erosión, desestabilización, socavación y la deforestación que ha modificado los cauces de las quebradas.