A través de la “Ruta Verde”, empresas del país, comunidades en las regiones, autoridades y la academia establecen una alianza para impulsar la reindustrialización y la transición energética del país, con miras a apoyar las políticas del Gobierno del Cambio de Gustavo Petro.

Según el Technical Report on the Mocoa Copper-Molybdenum Project, Colombia, se estima que en Mocoa hay un recurso de más de 2 millones de toneladas métricas de cobre. Como referencia, esta es la cantidad de cobre requerida para la fabricación de 25 a 50 millones de vehículos eléctricos.

Libero Cobre junto a varias empresas aliadas, las comunidades, autoridades y la academia ha venido consolidando la “Ruta Verde: Alianza por la Industria del Cobre, de la Electromovilidad hasta la Transición Energética”, a partir del aprovechamiento estratégico del cobre para iniciar una cadena completa de transformación, desde la materia prima, hasta productos finales, que impulse el desarrollo local, regional y nacional. El cobre es un mineral esencial para la fabricación de paneles solares, generadores eólicos, transformadores y carros eléctricos. El objetivo de la Ruta es que en línea con la sostenibilidad social, ambiental y económica, este mineral sea el nuevo petróleo del país, que contribuya a una transición energética justa.

Por eso, desde el encuentro de Energías Verdes de Colombia, “Colombia Green Energy Summit”, que se está desarrollando este 29 y 30 de marzo de 2023 en la ciudad de Bogotá, unas 150 compañías del sector están exponiendo sus proyectos, estrategias y planes de inversión de cara a la transición energética y a las nuevas oportunidades de las energías renovables como la solar y la eólica.

El presidente y CEO de Libero Cobre, Ian Harris, es ponente invitado a este importante encuentro. Para él, “El mundo y Colombia ya están dejando la generación de energía por medio de los hidrocarburos. Debido a la transición energética hay una gran demanda y una falta de suministro de cobre, por lo que hay un gran potencial en Colombia para producir su propio metal, transformarlo en el país y poderlo exportar en productos terminados, impulsando la reindustrialización y la transición energética.” Y es que en el mundo, Chile, Perú, México y Estados Unidos tienen las minas de cobre más grandes. Se estima que a 2030 el requerimiento del metal sea de 5.400.000 toneladas. China se lleva el 42% de la fundición mundial del cobre, lo que significa que es uno de los países mejor preparados para a transición energética.

En Colombia, a 2021 la producción del cobre llegó a las 8.194 toneladas, según Juan Miguel Durán, expresidente de la Agencia Nacional de Minería. Y en los últimos 6 meses, en el país, la tendencia del valor del cobre ha ido creciendo levemente en el mercado de commodities, cerrando en $4,09 USD la libra en última jornada. De ahí la importancia de que Colombia inicie el Proyecto Mocoa, liderado por Libero Cobre, como prueba del potencial de esta industria. Un proyecto de transformación energética que permitirá establecer una cadena de producción de cobre en Mocoa / Putumayo, comenzando con la fabricación de productos a partir de cobre reciclado como cables, repuestos, tuberías, motores, entre otros, para consolidar la industria por la transición energética.