“El comercio está quebrado, necesitamos programas para el sector”. Con estas declaraciones Yansen Estupiñán, vocero del corazón mayorista más grande del país y gerente del Centro Comercial GranSan en San Victorino, dio a conocer los duros efectos de la pandemia en los comerciantes del sector, en temas relacionados con la salud pública y el aumento de los contagios en diferentes ciudades.
Aunque es consciente de las recomendaciones reiterativas que ha hecho el Distrito en temas de autocuidado y uso de los protocolos de bioseguridad, indicó que una nueva cuarentena perjudicará al sector y que ya son más de 100 millones de pesos que el comercio debe pagar en servicios públicos.
Además, la Alcaldía de Bogotá no ha considerado programas dirigidos a los comerciantes a que costeen gastos como estos.
«Reconocemos todo lo que marca la problemática del COVID-19, pero ya es hora que el Gobierno Distrital se meta la mano al bolsillo», expresó Estupiñán, portavoz del centro mayorista más importante del país, en donde se generan más de 100 mil empleos directos.
«Tienen diferentes programas, pero no para los comerciantes. Igualmente, deben ser conscientes de que el comercio está quebrado y deben meterse la mano al bolsillo», agregó.
Por último, manifestó que el comercio del centro de la Capital de la República ha buscado la reactivación económica segura y hacer patria en el país, bajo el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad que la Alcaldía exige al comercio. Reiterando, la urgencia de que el esfuerzo del comercio se vea reflejado en ayudas a por parte del Distrito.