La Uaesp se ve obligada a activar un plan de emergencia ante el sorpresivo cese de servicios funerarios en los camposantos distritales.
La situación funeraria en Bogotá ha entrado en una crisis profunda tras la decisión de la Sociedad Jardines de Luz y Paz de suspender, sin previo aviso, sus servicios en los cementerios distritales de Central, Norte, Sur y Parque Serafín. La Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) se ha visto forzada a implementar un plan de emergencia para asegurar el funcionamiento de estos camposantos y atender a las familias que ya habían programado servicios.
El cierre abrupto fue calificado de inaceptable por la Uaesp, que manifestó su decepción ante la falta de comunicación del operador. “Es inaceptable que el actual operador haya decidido cerrar las instalaciones sin avisar. Este comportamiento es categóricamente rechazado por la Administración Distrital”, señala un comunicado oficial. Jardines de Luz y Paz ha estado al frente de la operación de los cementerios desde 2021 y ha enfrentado numerosas sanciones, incluyendo varias multas por incumplimientos a la ley de contratación pública, que han puesto en tela de juicio su capacidad operativa.
Desde enero de 2024, la Uaesp ha adoptado una postura más estricta en la supervisión del contrato de concesión. Según Dolly Arias, directora encargada de la Uaesp, “la ley establece un procedimiento claro para evitar el cese de actividades, que no se ha seguido en este caso”. Este descuido ha creado una incertidumbre significativa entre las familias que dependían de estos servicios para despedir a sus seres queridos, especialmente en un momento tan delicado.
Consciente de la urgencia de la situación, la Uaesp ha activado un plan de emergencia para restablecer la normalidad en los cuatro cementerios afectados. La entidad se comprometió a coordinar esfuerzos con otras autoridades para garantizar la continuidad de los servicios funerarios. La activación de este plan es crucial, ya que hay familias que ya tenían programados servicios para el fin de semana.
Éder Parada, representante legal de Jardines de Luz y Paz, argumentó que el cierre se debió a la inhabilitación del operador, lo que le impide continuar desarrollando el contrato. Parada señaló que había intentado negociar una terminación bilateral del contrato, pero la respuesta de la directora de la Uaesp, Consuelo Ordóñez, fue rechazar la propuesta y acelerar los procesos sancionatorios en su contra. Esta dinámica ha intensificado la crisis y generado un clima de desconfianza entre el operador y la entidad pública.
El sorpresivo cese de operaciones por parte de Jardines de Luz y Paz ha desatado una crisis significativa en los cementerios distritales de Bogotá, afectando directamente a las familias en un momento de vulnerabilidad. La respuesta de la Uaesp, al activar un plan de emergencia, es un paso necesario, pero la falta de comunicación y gestión por parte del operador resalta la necesidad de una revisión exhaustiva en la administración de los servicios funerarios en la capital. Este episodio pone de relieve la urgencia de establecer un marco más robusto para la supervisión y el manejo de contratos en servicios públicos, con el fin de evitar situaciones similares en el futuro. La confianza pública en el sistema debe ser restaurada para garantizar que los ciudadanos tengan acceso a los servicios que necesitan, especialmente en momentos críticos.