Acusaciones de corrupción en la Liga BetPlay generan alarma en Dimayor y FCF.

La Liga BetPlay enfrenta una grave crisis tras las acusaciones de un jugador de Envigado FC que denuncia un intento de soborno para alterar el rendimiento del equipo, lo que ha encendido las alarmas sobre la integridad del fútbol colombiano.

El fútbol colombiano se encuentra en el centro de un escándalo que pone en tela de juicio la ética y la transparencia en la Liga BetPlay. La reciente denuncia de un jugador de Envigado FC, que acusa a su compañero Leyder Marcelo Robledo Palacio de ofrecerle dinero para afectar el desempeño del equipo, ha intensificado las preocupaciones en la Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol (FCF).

Según el testimonio de un futbolista anónimo, Robledo Palacio ofreció cinco millones de pesos para que un compañero cometiera un penalti en un partido contra Atlético Bucaramanga. «Me insistía y hasta me pidió que grabara un video diciendo que haría el penal», declaró el jugador, cuya identidad se mantiene en reserva. Este testimonio ha sido entregado a la Fiscalía General de la Nación para su investigación.

El escándalo se amplió el 11 de octubre, cuando el club Fortaleza Ceif emitió un comunicado denunciando que sus jugadores también habían recibido ofertas para influir en los resultados de sus partidos. Aunque no se dieron nombres específicos, Fortaleza afirmó que había entregado toda la información relevante a las autoridades del fútbol colombiano.

“Al conocer esta información sobre presuntos ofrecimientos que van en contra de nuestra ética, hemos colaborado con Dimayor y la FCF”, indicó el club en su comunicado, reafirmando su compromiso con un fútbol limpio y honesto.

Este tipo de problemas no son nuevos en el fútbol colombiano. En la segunda división, la falta de implementación del VAR ha dejado a los equipos vulnerables a irregularidades y amaños. Los clubes han expresado su preocupación, señalando que los jugadores a menudo son abordados con ofertas para perder partidos y beneficiar a apostadores

Las acusaciones de amaños y sobornos en la Liga BetPlay revelan una crisis que podría tener consecuencias duraderas para el fútbol colombiano. La Dimayor y la FCF deben actuar de manera decisiva para restaurar la confianza en el deporte y establecer mecanismos más estrictos de control y regulación. La implementación del VAR en la segunda división se presenta como una medida urgente para garantizar la integridad de los partidos y proteger la reputación del fútbol en Colombia. La situación actual demanda una respuesta efectiva para erradicar la corrupción y asegurar un futuro limpio para el deporte.