Corantioquia, en conjunto con Empresas Públicas de Medellín (EPM) y el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia (DAGRAN), continúa implementando estrategias para mitigar los riesgos derivados de la construcción de un jarillón sobre el río Porce. Esta obra ha generado el estrangulamiento del cauce y el aumento de su velocidad, lo que podría representar una amenaza para las comunidades cercanas.

Acciones contra la minería ilegal

Uno de los principales focos de atención es la presencia de minería ilegal en la zona, actividad que podría poner en peligro la represa Porce III y a las comunidades de los municipios de Amalfi y Anorí, extendiéndose hasta la confluencia del río Nechí en Zaragoza. En respuesta a las alertas emitidas por EPM desde febrero de 2024, Corantioquia ha realizado múltiples intervenciones para verificar y mitigar los impactos ambientales.

Como parte de estas acciones, la Corporación ha iniciado procesos sancionatorios contra tres personas identificadas ejerciendo minería de manera irregular. Además, se han realizado recorridos en campo para evaluar los posibles daños ecológicos y reforzar las estrategias de control en la zona.

Resultados de los estudios ambientales

Tras un seguimiento técnico y satelital en la región, Corantioquia identificó 125 polígonos con posibles cambios en el uso del suelo que podrían implicar afectaciones a los recursos naturales. Algunos de estos puntos corresponden a playas aluviales, cuyo estado varía de acuerdo con la dinámica del río Porce, alternando entre períodos de inundación y sequía.

Los hallazgos revelan que las modificaciones en el uso del suelo abarcan aproximadamente 195 km distribuidos en los municipios de Guadalupe, Amalfi, Anorí y Zaragoza. En respuesta, Corantioquia intensifica su monitoreo ambiental y fortalece su presencia en el territorio con visitas de control y seguimiento.

Avance en formalización minera y gestión ambiental

En el marco de su estrategia Formalizar para Regenerar, Corantioquia avanza en la tramitación de licencias ambientales para mineros con solicitudes en la zona del cañón del Porce. Asimismo, se han desarrollado mesas de trabajo para facilitar la transición hacia prácticas mineras sostenibles.

La Corporación también trabaja en coordinación con la Agencia Nacional Minera para abordar la problemática en el río Porce. Como parte de estas acciones, se lleva a cabo un monitoreo continuo de la calidad del agua desde la zona de embalses hasta los puntos identificados con actividad minera irregular. Paralelamente, Corantioquia apoya la reactivación de la Mesa de la Esperanza, un espacio de diálogo para analizar la coexistencia de actividades económicas con la conservación ambiental.

Alertas ambientales y seguimiento constante

Para garantizar la transparencia y el control sobre la situación en Porce III, Corantioquia emitirá reportes semanales sobre minería y deforestación en la zona. Las Oficinas Territoriales Tahamíes, Zenufaná y Panzenú han reforzado sus operativos en los sectores de mayor riesgo, con el objetivo de mitigar impactos ambientales y fortalecer la vigilancia de los ecosistemas afectados.

Con estas acciones, Corantioquia reafirma su compromiso con la protección del medio ambiente y la seguridad de las comunidades cercanas al río Porce, promoviendo un equilibrio entre el desarrollo y la sostenibilidad en la región.