Medellín, 29 de mayo de 2028. El Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD -, el señor Carlos Carrillo, revocó el giro de recursos que se había aprobado para Corantioquia, los cuales serían ejecutados en acciones asociadas con la gestión del riesgo en 80 de los 125 municipios del departamento.
La Autoridad Ambiental lamentó la decisión y señaló que solicitó los recursos cumpliendo a cabalidad con los aspectos técnicos y el soporte que justificaba la necesidad de la inversión.
Aseguran que el completo inventario realizado en las territoriales Citará, Aburrá Norte, Aburrá Sur, Cartama, Panzenú, Hevéxicos, Tahamíes y Zenufaná, en donde se determinaron las zonas donde se priorizarían las acciones, de acuerdo con el nivel de riesgo identificado, así como las necesidades de acciones para la adaptación, mitigación y corrección de los efectos del cambio climático, la atención de puntos críticos, la recuperación de obras y pasos de fauna en la infraestructura presente en el territorio, además de la ejecución de las labores asociadas a la gestión del riesgo para el abastecimiento de agua en poblaciones ubicadas en zonas con condición de Estos documentos sustentaron la solicitud de los recursos en mención.
Con la presentación de los documentos técnicos referenciados y los demás establecidos para este tipo de trámites, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD – expidió el acto administrativo 185 de 2024, que ordenaba la transferencia económica de recursos a Corantioquia, lo cual quiere decir que los procedimientos previos necesarios habían sido surtidos con apego a la normatividad, y que se procedería con el desembolso.
Sin embargo, en comunicación posterior y tras cambios administrativos en la UNGRD, ajenos a Corantioquia, se estableció una realidad diferente, definiendo dicha entidad que algunas actuaciones y documentos de índole precontractual fueron adelantadas por el personal de la UNGRD sin el correspondiente procedimiento institucional PR- 1100-DG-09 establecido en la Unidad para transferencias, legalizaciones y control de recursos, así como lo determinado en el Decreto 1289 de 2018, que derivó en la revocatoria de dicho acto administrativo, por lo cual Corantioquia ya no recibirá los recursos necesarios para las acciones ampliamente sustentadas en la solicitud.
Señalan que Antioquia es un departamento con nivel de riesgo alto y los recursos de esta CAR son limitados para atender las necesidades del territorio. De hecho, hasta la fecha, Corantioquia ha tenido que sortear la gestión de las emergencias generadas en municipios como Montebello, Santa Bárbara, Caldas, Briceño, Betulia, Yarumal,Angostura y otros, como consecuencia de la temporada de lluvias, y deberá afrontar los retos que se presenten con la llegada del fenómeno de la Niña en los próximos meses.
Para Corantioquia, resulta lamentable que ya no se pueda contar con un recurso que se gestionó con todo el sustento técnico y el debido proceso establecido por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD.
Considerando que el fin de la Corporación es salvaguardar la vida en todo el territorio, se seguirán gestionando recursos ante el gobierno nacional y entidades internacionales, que contribuyan a lograr mayor impacto en relación con la misionalidad de Corantioquia.
En atención a las declaraciones del director de la UNGRD, Carlos Carrillo, reiteramos que la solicitud de recursos realizada por la Corporación se sustentó en criterios estrictamente técnicos, y no políticos; y que dichos recursos no fueron “recuperados”, ya que los mismos nunca estuvieron perdidos ni llegaron a estar en poder de Corantioquia.
Finalmente, desde Corantioquia aseveran que la redistribución de los dineros anunciada por el Director, insistimos en que es necesario, de manera perentoria, que el gobierno nacional ordene las partidas requeridas para atender las innumerables necesidades que en materia de gestión del riesgo tiene el departamento de Antioquia, y en particular los municipios que hacen parte de la jurisdicción de Corantioquia. Asimismo, que para su destinación primen los criterios técnicos.
«El equipo humano de la CAR se ciñe a los procedimientos establecidos por cada entidad y cuenta con las capacidades técnicas, estudios y documentos que soportan los requerimientos, así como con la ética y la transparencia para ejecutar los recursos que le son asignados», puntualiza la comunicación de Corantioquia.