En los últimos años, el panorama dentro del gremio de taxis ha experimentado una transformación notable con la creciente presencia de mujeres al volante.
Este cambio significativo no solo desafía las percepciones tradicionales en un sector predominantemente masculino, sino que también enriquece y diversifica la industria del transporte.
La incursión de más conductoras no solo refleja un progreso hacia la igualdad de género en el ámbito laboral, sino que también aporta una perspectiva única y una dinámica fresca a este sector.
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Y pese a los desafíos, cada vez más mujeres están demostrando sus capacidades dentro de este gremio. Ejemplo de ello son las más de 2.200 empresarias que han incursionado en el competitivo mundo de los taxis con el respaldo de Coopebombas.
Esta cooperativa de transporte en Antioquia, con más de 85 años de experiencia, ha implementado estrategias para cerrar las brechas de género en el gremio y está impulsando proyectos para fomentar su crecimiento y bienestar.
Entre estas mujeres valientes, destaca la inspiradora historia de Doris Patricia Betancur, ingeniera de instrumentación y control, a quien la pandemia la dejó sin empleo, pero en lugar de dejarse vencer por las circunstancias, decidió dar un giro audaz a su vida al ingresar al mundo del transporte de taxis.
A pesar de la incertidumbre inicial y el temor, Doris recibió su primer taxi amarillo de su padre. Con el tiempo, no conformándose con esta iniciativa, decidió convertirse en la dueña y ser la primera conductora de taxi de lujo de la compañía, una impresionante Camioneta Chevrolet Tracker Turbo de color negro.
Esta decisión no solo la destacó como pionera en su segmento, sino que también rompió barreras al introducir el concepto de lujo en este servicio de transporte, demostrando que las mujeres pueden sobresalir en cualquier aspecto del mundo empresarial.
“Esta es una empresa muy grande, pero con un lado muy humano. Desde que empecé a hacer esto, con algo de miedo y vergüenza por mi rol de ingeniera, Coopebombas siempre ha estado pendiente de cómo estoy, cómo me va. En ellos, he encontrado ese apoyo para sentirme más orgullosa y cómoda con lo que estoy haciendo”, asegura.
Los más de 7.000 asociados y un parque automotor que asciende a los 8.000 vehículos, siendo uno de los más grandes de Antioquia, hay 2.200 mujeres que se han establecido en este gremio en roles como asociadas, conductoras y administradoras.
Todas ellas pueden disfrutar del ecosistema de beneficios que desarrolló esta compañía de origen antioqueño, que incluye servicios como droguería, supermercado, almacén de repuestos, red de estacionamientos, asesoría jurídica gratuita, consulta psicológica, entre otros.
Sandra Castillo encontró en la empresa un incentivo crucial: los programas de bienestar y crecimiento. Desde hace algunos años, al ser dueña de dos taxis y conductora de uno, ha aprovechado las capacitaciones en inglés, turismo responsable e incluso las de RCP con la Cruz Roja. Estas oportunidades le han permitido mejorar sus prácticas en el sector.
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Recuerda, que inició en este negocio con miedo, al igual que muchas otras mujeres, pero lo hizo para dejar su puesto de enfermera y dedicarle más tiempo a su hija.
Desde entonces, destaca que no solo ha mejorado sus ingresos con esta inversión, sino que también puede gestionar sus horarios, dedicar tiempo a su hija y disfrutar de una mejor calidad de vida familiar.
Esta empresaria aconseja a todas las mujeres que deseen ingresar a este gremio, ya sea como dueñas o conductoras, que aunque puedan tener desafíos en este gremio, cualquiera puede dar el salto.
Lo importante es encontrar lugares donde sientan la confianza de realizar esta actividad y puedan empoderarse siendo ellas mismas y reconociendo sus capacidades.
De esta manera, esta cooperativa no solo sobresale como una entidad de transporte, sino como un impulsor de sueños y aspiraciones empresariales, donde las mujeres hallan un camino hacia la independencia económica.