En la era de la información, los medios de comunicación y los políticos tienen un papel fundamental en la forma en que se construyen y se difunden las narrativas informativas. Una narrativa es una forma de contar una historia que da sentido y significado a los acontecimientos. En el contexto de la política y los medios, puede ser utilizada para influir en la opinión pública y moldear la percepción de la realidad, tal como lo pretenden hacer ONG, corporaciones con ropajes de periodismo y veedurías con claros réditos políticos en Medellín.

Los medios de comunicación, en particular, tienen un gran poder para construir y difundir narrativas. A través de la selección de las noticias que se publican, la forma en que se presentan y el lenguaje que se utiliza, esto hace parte del pluralismo informativo, de la libertad de prensa y del respeto por la democracia en un Estado social de derecho.

Los medios pueden influir en la forma en que el público entiende e interpreta los acontecimientos. Por ejemplo, la cobertura mediática de un conflicto político puede enfocarse en la violencia y el caos, creando una narrativa de inestabilidad y peligro, o puede enfocarse en las negociaciones y los esfuerzos por encontrar una solución pacífica, creando una narrativa de esperanza y resolución. Tal como sucede en nuestro país, cuando los medios abordan las noticias de orden público en el Catatumbo.

Los políticos, por su parte, también utilizan las narrativas para influir en la opinión pública y moldear la percepción de la realidad. Como ejemplo, el anuncio del alcalde frente a los recursos del Metro de la 80, donde se pactó, mediante un acuerdo político con algunos medios, la entrega a una fiducia con vigencias futuras de los recursos pactados, sin que esto implique que presuntamente no se haya violado el gobierno corporativo del Metro de Medellín, tal como lo advertimos en el pasado.

A través de sus discursos, declaraciones y acciones, los políticos pueden crear narrativas que justifiquen sus políticas y decisiones, o que critiquen y desacrediten a sus opositores. Por ejemplo, al pedir meter a la cárcel a otras personas violando el debido proceso, la presunción de inocencia y el derecho a la defensa, un político puede crear una narrativa de «liderazgo fuerte» y «decisión», presentándose como el único capaz de tomar decisiones difíciles y guiar al país hacia la prosperidad, tal como lo intenta hacer Federico Gutiérrez en Medellín.

Sin embargo, la construcción y difusión de narrativas también pueden tener consecuencias negativas. La manipulación de la información y la creación de narrativas falsas o engañosas pueden llevar a la confusión, la desinformación y la polarización. Es importante, por lo tanto, ser críticos con las narrativas que se nos presentan y buscar múltiples fuentes de información para obtener una visión más completa y precisa de la realidad.

En consecuencia, las narrativas informativas en los medios de comunicación, corporaciones arropadas en el periodismo, veedurías y demás actores políticos tienen un gran poder para influir en la opinión pública y moldear la percepción de la realidad. Es importante ser conscientes de este poder y ser críticos con las narrativas que se nos presentan, buscando siempre obtener una visión más completa y precisa de la realidad.

Fotos cortesía: Facebook – Fico Gutiérrez