La Gobernación de Antioquia reiteró la prohibición del uso de pólvora en el departamento, mientras el balance de lesiones continúa en aumento. Entre las 8:00 a. m. del domingo 15 de diciembre y las 8:00 a. m. del lunes 16, se registraron 8 nuevos reportes de personas lesionadas, según el informe de la Secretaría de Salud y Protección Social, avalado por el Instituto Nacional de Salud.

Los incidentes ocurrieron en Medellín, Bello, Caldas, La Ceja, Caucasia y Envigado, sumando más de 60 afectados en diciembre. Las edades de los lesionados oscilan entre los 5 y los 30 años, destacando que casi la mitad de los afectados eran simples observadores.

Nuevos casos reportados

En Medellín, un menor de 13 años sufrió quemaduras de segundo grado en mano y tórax tras manipular voladores. Otro joven de 16 años tuvo quemaduras de tercer grado en la mano por usar papeletas. En Envigado, un hombre de 20 años perdió varios dedos tras un accidente con voladores.

En Bello, una mujer de 26 años resultó herida al observar un espectáculo de voladores, mientras en La Ceja, una joven de 19 años sufrió quemaduras en el rostro y cuello al pasar cerca de una zona donde quemaban pólvora.

Caldas reportó dos casos: una mujer de 20 años herida por luces de bengala y un niño de 5 años lesionado con totes. En Caucasia, un hombre de 30 años sufrió heridas en la mano tras manipular voladores.

Cifras preocupantes

En lo que va del mes, 60 personas han resultado heridas por pólvora en 23 municipios de Antioquia. De estas, 20 son menores de edad, 6 presentan daño ocular y 5 han sufrido amputaciones. Medellín lidera con 22 casos, seguido de municipios como Guarne y Caucasia.

Medidas preventivas

La Gobernación lanzó la campaña “La alegría no se quema, se comparte” para fomentar el autocuidado. Recomiendan alejarse de zonas con quema de pólvora, cerrar puertas y ventanas y vigilar a niños y adolescentes. Además, instan a denunciar la fabricación y uso ilegal de pólvora en la línea 123 o estaciones de policía locales.

Las autoridades buscan sensibilizar a la comunidad sobre los riesgos, recordando que el uso irresponsable de pólvora deja secuelas físicas y emocionales para toda la vida.

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