Un profundo sentimiento de dolor y rechazo ha generado el asesinato de la periodista María Victoria Correa Ramírez y su hermana, la odontóloga Norelia Correa, en un ataque armado ocurrido en el municipio de Envigado, Antioquia.

El crimen tuvo lugar al mediodía en la repostería Pecositas, ubicada en las cercanías del mall La Casona. La noticia ha conmocionado a la comunidad periodística y política de la región, quienes han expresado su indignación y exigido justicia.

El Representante a la Cámara por el Centro Democrático, Juan Espinal, lamentó el asesinato y expresó su rechazo ante este hecho violento.

«Lamento y rechazo el asesinato de mi gran amiga María Victoria Correa Ramírez y su hermana Norelia. Mi Vicky, gran periodista, profesional y querendona, te vamos a extrañar mucho. Un llamado a las autoridades para que capturen a los responsables de este doble asesinato. Los colombianos reclamamos seguridad, el orden público está debilitado y las estructuras criminales muy fortalecidas. Nunca olvidaré tu sonrisa», manifestó el congresista.

Por su parte, Henry Chávez, miembro del Club de la Prensa, expresó su pesar y pidió que el crimen no quede impune. «Asesinaron a la periodista María Victoria Correa y su hermana en ataque armado en Envigado. Descanse en paz la colega y que su crimen no quede impune», expresó.

El medio Radio-Periódico Clarín también se pronunció sobre la tragedia, señalando la conmoción que ha causado en el gremio periodístico de Antioquia. «Consternación en el periodismo antioqueño por asesinato de María Victoria Correa Ramírez, veterana de la comunicación política regional, y su hermana, la odontóloga Norelia. El doble crimen sucedió al mediodía en repostería Pecositas aledaña al mall La Casona de Envigado», informó el medio.

Las autoridades han iniciado las investigaciones para esclarecer el caso y dar con los responsables de este trágico crimen, que ha vuelto a poner sobre la mesa la crisis de seguridad en el país y los riesgos que enfrentan los periodistas en su labor informativa.

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Foto cortesía: Juan Espinal