El asesinato de Francisco Luis Correa, señalado como testigo clave en el caso del homicidio del exfiscal paraguayo Marcelo Pecci, ha desatado una ola de rechazo y preocupación en Colombia. Entre las voces que han condenado el crimen se encuentra el penalista Gustavo Moreno, quien pidió garantías para quienes cooperan con las autoridades judiciales.
Moreno, a través de un comunicado, calificó el homicidio de Correa como un hecho alarmante y parte de una campaña sistemática de ataques contra testigos. “Es evidente la campaña de desprestigio y ataques sistemáticos contra las personas que deciden cooperar con la justicia, pero la vida, sin duda, es sagrada. A los testigos se les debe salvaguardar su integridad y vida”, afirmó.
Censuramos el homicidio de Francisco Luis Correa, testigo clave en el asesinato del exfiscal Pecci.
Es evidente la campaña de desprestigio y ataques sistemáticos contra las personas que deciden cooperar con la justicia, pero la vida, sin duda, es sagrada. A los testigos se les… pic.twitter.com/lTm9VGvSIr— Gustavo Moreno (@GustavoMorenoRi) January 3, 2025
Un caso que pone en jaque la seguridad de los testigos
Correa, quien era considerado una pieza clave en el esclarecimiento del asesinato del exfiscal Pecci, fue ultimado en circunstancias que aún investigan las autoridades. Este hecho pone en evidencia los riesgos que enfrentan los colaboradores de la justicia en Colombia, especialmente en casos de alto impacto.
Moreno, además, solicitó a la Fiscalía General de la Nación garantías específicas para otros testigos y sus familias, mencionando a Sneyder Pinilla, a quien representa legalmente. “Estos hechos no pueden quedar impunes. Pedimos a la Fiscalía garantías para todos los que hoy colaboran con la justicia colombiana, incluido mi prohijado Sneyder Pinilla y su familia”, subrayó.
Impunidad y amenazas en el sistema judicial
El caso del exfiscal Pecci, asesinado en mayo de 2022 en Cartagena mientras disfrutaba de su luna de miel, ha sido uno de los más resonados en los últimos años. La investigación involucró redes internacionales de narcotráfico y criminalidad organizada, donde los testigos desempeñan un papel esencial.
El asesinato de Correa reabre el debate sobre la vulnerabilidad de los testigos y la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de protección en Colombia. Organismos internacionales y defensores de derechos humanos han expresado su preocupación por la seguridad de quienes contribuyen al esclarecimiento de crímenes.
La Fiscalía y otras autoridades tienen ahora el desafío de garantizar justicia y salvaguardar la vida de quienes, como Correa, arriesgan todo para colaborar con la verdad.
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