Para muchos, fue el efecto Benedetti; para otros, que volvió a funcionar la mermelada o, simplemente, que el Gobierno logró ajustar sus mayorías en la Cámara de Representantes para conseguir la aprobación, en segundo debate, de la controvertida reforma a la salud.

Sobre las tres de la tarde, se logró la aprobación de la totalidad del articulado, el cual se destrabó desde el miércoles, cuando el Gobierno envió mensaje de urgencia y de insistencia para que ese día se votaran 24 artículos, entre ellos los referentes al funcionamiento de la Adres, uno de los asuntos clave en la discusión por el multimillonario presupuesto que manejará.

El presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, quien fue blanco de críticas por parte de la oposición, al considerar que no dio garantías en la discusión, sostuvo que de los 62 artículos, 11 se aprobaron tal como estaban en la ponencia y 51 tuvieron modificaciones, incorporadas por cambios presentados no solo por partidos cercanos al Gobierno, sino también por la oposición.

Uno de los temas que más discusión generó este miércoles fue la eliminación del artículo 42, que planteaba un concurso de méritos para ocupar la gerencia de los hospitales públicos. Una de las voces que más cuestionó esta decisión fue la representante Marta Alfonso, reconocida petrista.

Por su parte, la representante del Pacto Histórico, María Fernanda Carrascal, afirmó que, “a pesar de las jugaditas de la oposición, como cambios en el orden del día, aplazamientos y la presentación de impedimentos que retrasaron el debate, hemos aprobado la reforma a la salud”. La bancada del partido de Gobierno incluso comenzó a celebrar la aprobación en segundo debate antes de terminar la discusión de los artículos nuevos.

Quien se unió a la celebración del petrismo por la aprobación de la reforma fue el ministro del Interior, Armando Benedetti, quien posó junto a varios congresistas que exhibieron un aviso con el mensaje: “Sí a una salud sin barreras”.

El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, calificó como muy positiva la aprobación de todo el articulado y destacó que la discusión permitió un análisis profundo del proyecto. Uno de los temas más debatidos fue la concesión de facultades especiales al presidente de la República por seis meses, con el fin de definir, entre otras cosas, una escala salarial para el personal de salud de las entidades públicas.

Ahora, el proyecto pasará al Senado en dos semanas, es decir, a finales de marzo. Allí deberá ser discutido primero en la Comisión VII, donde el mismo proyecto se hundió hace un año. Si en esta oportunidad logra ser aprobado, deberá pasar a debate en la plenaria del Senado, donde, por ahora, no tendría los votos suficientes para avanzar.

Foto y noticia: Colprensa