El mandatario local anunció la entrada en operación comercial del sexto cable aéreo de la ciudad cuya inversión asciende a los $364.955 millones, beneficiará a más de 420.000 personas, tendrá una capacidad para movilizar a 36.800 pasajeros diariamente. contará con cuatro estaciones integradas con tecnología Direct Drive que beneficia a todo el sistema y 138 cabinas con capacidad para 12 personas que podrán transportar 4.000 usuarios hora sentido.

De acuerdo con las reseñas históricas, en la década de 1930 comenzó el poblamiento lento de la zona noroccidental de la ciudad, en el sector del Picachito, que se fue llenando de viviendas dispersas a las que se accedía por la carretera al Mar o por la vía que de Robledo conducía al cerro El Picacho.  Ya en los años 50 se inició el proceso de urbanización continuo y masivo y en 1951 se construyó la primera urbanización en un lote de lo que hoy es el barrio Santander.

Y así fue como en el transcurso de los siguientes años, hasta el sol de hoy, esta zona de la ciudad se fue poblando de casas y de gente y surgieron barrios como El Picachito, El Picacho, El Progreso Nº 2, El Triunfo y El Mirador del Doce, entre otros asentamientos habitados en una gran mayoría por personas desplazadas de varios municipios o de la misma ciudad de Medellín.

David Alejandro Gañán González, ha vivido en esta zona toda su vida y tiene su hogar en el barrio más pequeño que, a su vez, es el más densamente poblado de la comuna 6: El Mirador del Doce. “Mi familia paterna y materna llegaron a Medellín, por desplazamiento rural, provenientes de un municipio del departamento de Córdoba y se asentaron en el barrio Popular, en la comuna uno. Luego se trasladan acá. El lote de mi abuela materna fue una compraventa que se hizo y años después, el Inurbe y luego los del Primed, organismo adscrito a la antigua Corvide, se encargaron del mejoramiento de la vivienda. La legalización de predios se hizo a través del Isvimed y la Universidad de Antioquia y el título nos lo entregaron en 2014”. 

 

 

Las obras fueron cambiando a la comuna

El vecindario ha cambiado sus referentes, en especial en materia de seguridad ya que, al llegar la oferta institucional con colegios, bibliotecas, museos y otras obras, la apropiación del espacio público por parte de la comunidad ha contribuido a que haya más tranquilidad. El acceso a servicios como luz acueducto y alcantarillado fueron cambiando la estructura y la composición de la comuna y en especial del Mirador del Doce uno y dos, donde está ubicada la última estación, lo que transforma la composición social y económica de la comuna.

El Metrocable era un sueño desde hace añosLa gente está muy animada con esto; ve que llegó el desarrollo a nuestro sector ya que este siempre fue enfocado hacia la centralidad del barrio; pero con esta obra se llegó a la parte alta del Picacho y es diferente, porque es la presencia y el apoyo de la institucionalidad”.

También expresa David, que “la comunidad está impactada positivamente con este proyecto, a lo que se agrega que, en la construcción de la estación del sector, no se tuvo que desplazar a ninguna familia por los trabajos que se tenían que desarrollar, lo cual genera un mayor sentido de pertenencia por parte de las personas”.

Al hablar sobre el turismo que puede llegar a la zona, David dice que “todos estos proyectos de infraestructura de los Metrocables van acompañados de la llegada de turistas y de un nuevo desarrollo y en nuestra comuna estamos preparados para generar ese proceso, teniendo en cuenta que en la última estación, por ejemplo, hay accesos al cerro Picacho, en donde se puede hacer senderismo y avistamiento de aves y en temas ambientales se ha invertido con el Presupuesto Participativo para fortalecer el tejido social y de las organizaciones que trabajan en nuestra comuna. Hoy tenemos nuevas oportunidades pensando en la reactivación económica que se viene”.

Este futuro abogado de la Universidad Autónoma Latinoamericana -con tantos cargos que se hace difícil enumerarlos aquí-, que disfruta caminar y que vive con su madre Gladis Elena González y su hermano Juan Manuel, nos habla sobre el imaginario que tiene de ese territorio. “Me sueño un barrio o comuna con un mejor desarrollo urbanístico en infraestructura, que brinde oportunidades a las medianas y pequeñas empresas de la zona, que permita accesibilidad a equipamientos públicos y gozar la vida en este sitio”.

Así como él, los habitantes del sector confían en que con proyectos como el Metrocable su barrio siga cambiando y avance hacia un porvenir lleno de esperanza y de oportunidades para todos.

Obras como estas mejoran la movilidad de las personas, apuntan a tener un aire más puro y contribuyen a la reactivación económica de la ciudad.