Bogotá, 21 de enero de 2025. La crisis del agua en Bogotá ha puesto en evidencia la frágil situación de los recursos hídricos en Colombia. La escasez que enfrentan los sistemas de Chingaza y Tibitoc en la Sabana de Bogotá resalta la urgente necesidad de garantizar fuentes de agua potable seguras y sostenibles en todo el país.

Una realidad alarmante

Actualmente, 13 millones de colombianos, equivalentes al 29% de la población, no tienen acceso garantizado al agua potable. Esta situación se ve agravada por factores como el cambio climático, la presión de la agricultura y la transformación del uso del suelo. Según la Comisión de Regulación de Agua y Saneamiento Básico (CRA), a finales de 2024, 254 municipios presentaron riesgo de desabastecimiento durante las lluvias, mientras que 207 municipios enfrentaron problemas en épocas de sequía.

Además, fenómenos como las lluvias atípicas y las crecientes afectan las bocatomas de los acueductos, ya sea arrasándolas o inutilizándolas debido a la turbidez del agua.

Compromisos gubernamentales y privados

El Gobierno Nacional, junto a la CRA, trabaja en una reforma a la Ley de Servicios Públicos que busca garantizar tarifas justas, participación comunitaria y un mejor ordenamiento territorial en torno al agua. Según Ruth Quevedo, directora ejecutiva de la CRA, esta reforma será clave para abordar la crisis actual.

Por su parte, empresas como Coltefinanciera están desempeñando un papel esencial al ofrecer financiación para proyectos de infraestructura hídrica, ayudando a modernizar sistemas de distribución, reducir pérdidas y mejorar el tratamiento de aguas residuales. Estas medidas no solo garantizan un uso más eficiente del agua, sino que también disminuyen la contaminación y protegen los recursos hídricos aguas abajo.

Soluciones sostenibles para el futuro

Las estrategias de Coltefinanciera incluyen la financiación de proyectos que buscan proteger áreas estratégicas como los páramos y las rondas de ríos, esenciales para conservar los recursos hídricos y los ecosistemas. Según Santiago Peñaranda, vicepresidente comercial de la empresa, “si logramos un manejo eficiente en todas las redes de recursos hídricos, podremos garantizar el acceso adecuado al agua potable para más personas y prepararnos para los desafíos del cambio climático”.

Estas iniciativas no solo son clave para asegurar el acceso al agua potable, sino también para proteger los servicios ambientales que sostienen la vida humana y el equilibrio de los ecosistemas.