Con la velocidad con que China reaccionó a la crisis sanitaria, al ofrecer la venta y donación de vacunas y respiradores, entre otros insumos médicos, Latinoamérica abrió más sus puertas comerciales al Gigante Asiático.
Según el Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional, América Latina es un interesante destino para invertir, razón por la cual hay más de 2.700 empresas de capital de este país, operando en la región, particularmente en energía y transporte.
En el primer trimestre de 2021, el comercio entre el país del sol naciente y Latinoamerica aumentó más de un 40%, según un informe presentado en la XIV Cumbre Empresarial China, América Latina y El Caribe. Analistas prevén que dicho intercambio comercial crecerá en 2022 y el motivo principal habrá sido el roll desempeñado por este país durante pandemia
Y no sólo activó sus relaciones comerciales con los países suramericanos, sino que reactivó relaciones diplomáticas con países como México, a quien envió de urgencia vacunas y Nicaragua con quien llevaba más de 30 años sin contacto.
Cabe anotar el interés de este país por promover la producción de a vacuna, en alianza con Colombia, Brasil y Chile.
Puntualmente con Colombia, por medio de un documento firmado por el Ministro de Salud Fernando Ruiz y la empresa Sinovac, nuestro país fabricará la vacuna contra la covid 19 y contra otras enfermedades como la hepatitis, varicela, neumococo y polio. Dato aportado por el Ministerio de Industria.
Pero el interés por Colombia no es reciente. Actualmente operan en el país más de 100 firmas chinas. Ambos países restablecieron relaciones diplomáticas hace más de 40 años (en 1980) y, desde entonces y gracias a las rentables transacciones, que para 2021 superaron los US$ 19.000 millones, record histórico en más de 40 años de relaciones, el país no descarta convertir a China en su primer socio comercial.
Según Pepe Zhang, director y miembro del Centro para América Latina Adrienne Arsht del Atlantic Council, en tan solo dos años el crecimiento de las relaciones comerciales ha sido exponenciales. Pero aclaró que una cosa es el comercio y otra muy diferente las inversiones. “la pandemia ejerció mucha presión a la baja en la región, no sólo de las inversiones extranjeras provenientes de China sino a nivel global”.
Así mismo, Altos ejecutivos afirman que, con la venta de millones de vacunas, impulsaron su industria farmacéutica en la Región Latinoamericana y que se espera que las transacciones bilaterales alcance un récord histórico de US$400.000 millones en 2022, según proyecciones de entidades oficiales.
En la actualidad, las negociaciones suscritas antes de la pandemia mantienen su normalidad y avanzan nuevas negociaciones comerciales y tecnológicas, como la tecnología 5G en Brasil, y los préstamos que se han hecho durante varios años a países con baja calificación crediticia entre los mercados, como Argentina y Venezuela.
Alicia Bárcena Ibarra, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, considera que la cooperación entre China, y América Latina ofrece además, “una oportunidad para disminuir las asimetrías globales y apoyar una recuperación económica transformadora inclusiva que promueva el desarrollo sostenible en la línea de 2030”. Puesto que la crisis sanitaria ahondo la brecha, en cuanto a desarrollo, entre los países desarrollados y aquellos en vía de extinción. Para lo cual es necesario replantear las relaciones multilaterales.
Aseguró además que, “es imperativo mejorar la infraestructura digital de la región. China y América Latina y el Caribe deben trabajar juntos para lograr el acceso universal, para una sociedad digital inclusiva y para avanzar hacia la 5G y la inteligencia artificial”.
Finalizó afirmando que, “la gran tarea pendiente de América Latina y el Caribe es avanzar hacia una mayor integración con una visión más pragmática, para que los 32 países que componen la Celac puedan actuar en conjunto en temas estratégicos… (y) propiciar una inversión extranjera directa de calidad desde China y lograr mejores condiciones de financiamiento internacional particularmente hacia los países de ingresos medios”.