En los últimos días, hemos visto cómo algunos intentan reescribir la historia y presentar a un delincuente condenado por secuestro, violación, asesinato y otros delitos contra la humanidad como un hombre inocente y bondadoso. Lo peor es que estas afirmaciones salieron del canal público de todos los colombianos. Esta tentativa de manipular la verdad no solo es ofensiva para las víctimas y sus familias, sino que también es peligrosa para la sociedad en general.

“Tirofijo”, el alias que lo acompañó durante toda su vida, se le dio porque no fallaba al disparar. Era un hombre desalmado, un asesino a sangre fría, un secuestrador, un matón. Aterrorizó a Colombia.

No podemos permitir que se distorsione la realidad y se presente a un delincuente como un héroe o un personaje simpático. Esto no solo es una falta de respeto a las víctimas, sino que también puede tener consecuencias graves para la justicia y la seguridad pública.

Es importante recordar que la verdad es fundamental para la justicia y la reconciliación. No podemos permitir que se oculten o se distorsionen los hechos para proteger la reputación de un delincuente. La verdad es que este hombre fue condenado por delitos graves y su pasado oscuro no puede ser ignorado o minimizado.

Tampoco podemos permitir que se utilice la nostalgia o la sentimentalidad para reescribir la historia y presentar a un delincuente como un personaje simpático. Esto es una forma de manipulación emocional que puede ser peligrosa y engañosa.

En lugar de intentar reescribir la historia, debemos enfocarnos en recordar la verdad y honrar la memoria de las víctimas. Debemos asegurarnos de que la justicia sea servida y que los delincuentes sean responsabilizados por sus acciones.

«Contra Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo, máximo cabecilla de las FARC, la justicia colombiana profirió más de 15 condenas por homicidio en persona protegida, secuestro, terrorismo y otros delitos, que dejaron más de 10.000 víctimas en todo el país. La historia no se puede borrar», señaló el periodista Ricardo Ospina.

No podemos permitir que se distorsione la realidad y se presente a un delincuente como un héroe o un personaje simpático. La verdad es fundamental para la justicia y la reconciliación. Recordemos la verdad y honremos la memoria de las víctimas.

Foto cortesía: Colprensa – Natgeo