En un tenso intercambio de ideas, Hernán Muriel, periodista y fundador del medio Cofradía para el Cambio, dirigió fuertes críticas al presidente del Concejo de Medellín, Sebastián López Valencia, sobrino del reconocido político Fabio Valencia Cossio. Muriel denunció la falta de coherencia en el manejo del debate público sobre memoria histórica, arte urbano y los derechos de las víctimas en la ciudad.
El comunicador cuestionó directamente el historial político y familiar de López, señalando posibles vínculos de su tío con el paramilitarismo, mencionando incluso bienes recibidos de Diego Fernando Murillo, alias «Don Berna». «Tu familia estaría inmiscuida en crímenes de guerra política», afirmó Muriel, haciendo alusión a la Operación Orión, uno de los eventos más oscuros en la historia reciente de la Comuna 13.
Arte, memoria y censura en la agenda política
La discusión giró principalmente en torno a la eliminación de murales en la ciudad, un tema que Muriel calificó como un intento de «silenciar el debate público». En particular, destacó la desaparición del mural de doña Margarita, una obra realizada por la propia víctima, en contraste con la permanencia de otros como los dedicados a Pablo Escobar. «El antónimo de la memoria no es el olvido, es el silencio, y eso es lo que buscan», afirmó enfáticamente.
Además, criticó lo que consideró un manejo selectivo de las políticas urbanas, señalando que grafitis con fines partidistas han sido permitidos en el pasado, mientras que expresiones culturales de las comunidades son objeto de censura.
Amenazas y polarización
Muriel denunció que desde que comenzó a movilizarse socialmente ha recibido al menos diez amenazas, incluyendo mensajes donde se advierte sobre planes violentos contra él y otros participantes. Expresó preocupación por las declaraciones de López, las cuales, según el periodista, «incitan a que esas amenazas no solo se incrementen, sino que puedan materializarse».
Hizo un llamado a López para que reflexione sobre la responsabilidad de sus palabras y deje de relacionar las movilizaciones sociales con ideologías guerrilleras o intereses electorales. «Las dinámicas dictatoriales nos devuelven 70 años atrás, a tiempos de genocidios. No se puede justificar la censura en políticas selectivas o narrativas de odio», concluyó.
🚨Esta oportunidad NO la podía desaprovechar para cantarle en la cara y frente a todo el país, a uno de los representantes del uribismo en Medellín -sobrino de Fabio Valencia Cossio-, el verdadero dolor que causan sus mentiras, los antecedentes de sus clanes políticos, y la… pic.twitter.com/h13YJJZkU7
— Hernán Muriel (@Hernan_MurielP) January 16, 2025