En las últimas horas, se ha generado una alerta ciudadana respecto a una presunta estrategia que estaría liderando Jorge Andrés Carrillo, presidente de Interconexión Eléctrica S.A. (ISA), para trasladar la sede de la compañía de Medellín a otra ciudad. Esta maniobra, aparentemente respaldada por el Gobierno Nacional y el presidente Gustavo Petro, ha despertado inquietudes en diversos sectores y ha avivado el debate sobre la transparencia y el futuro de una de las principales empresas de infraestructura del país.
La Estrategia en Marcha
Al parecer, la idea de trasladar ISA de Medellín surgió tras una reunión estratégica del Gobierno Nacional que se realizó en los últimos días. Durante este encuentro, se exploraron posibles ciudades receptoras para la compañía, con Cartagena como una de las principales opciones. Esta ciudad fue mencionada debido a una propuesta de Federico Gutiérrez (Fico), quien habría ofrecido vender las acciones de Afinia por los altos costos operacionales de la filial de EPM en la región Caribe, que podrían ser adquiridas por la empresa estatal ISA.
Fuentes cercanas a la reunión señalan que el traslado al parecer busca realizarse a una ciudad cercana y con un mandatario afín al gobierno de Petro, lo que facilitaría el control administrativo y político de ISA.
Motivos Detrás del Traslado
El principal objetivo detrás de esta decisión, presuntamente sería sortear las investigaciones y críticas que enfrenta Carrillo, consolidar su poder dentro de ISA y eludir los mecanismos de control que actualmente existen en Medellín. Además, de concretarse esta jugada, permitiría una mayor flexibilidad para reorientar el negocio de ISA hacia energías renovables no convencionales, según lo planteado por el Gobierno Nacional.
Críticas y Llamados a Renuncia
Diversos sectores políticos y económicos han alzado su voz contra Jorge Andrés Carrillo. Señalan que su gestión ha sido deficiente, recordando su desempeño en Empresas Públicas de Medellín (EPM), y han solicitado su renuncia inmediata. A esta polémica se suma la decisión de ISA de pedir al Consejo de Estado que mantenga en reserva los documentos relacionados con el proceso de elección de Carrillo, generando dudas adicionales sobre la transparencia de su nombramiento.
A pesar de la suspensión temporal de su inscripción como presidente, se ha confirmado que Carrillo continuará recibiendo su salario, lo que ha intensificado el malestar en sectores que consideran que esta situación pone en riesgo la estabilidad corporativa de ISA.
Reacciones de los Actores Locales
El concejal Alejandro de Bedout ha sido uno de los principales críticos de esta medida. Afirma que el traslado de ISA a Cartagena no es solo una decisión administrativa, sino una maniobra política para evadir los controles locales y garantizar que la empresa opere según los intereses del Gobierno Nacional.
“Carrillo se quiere atornillar en ISA como sea. Desde Medellín seguiremos ejerciendo control ciudadano y denunciando cualquier movimiento sospechoso,” señaló de Bedout.
El supuesto plan de trasladar ISA de Medellín a Cartagena genera grandes incertidumbres sobre el futuro de la compañía y las implicaciones que esta decisión tendría para la economía y la infraestructura del país. Mientras los mercados permanecen atentos a los próximos movimientos de Carrillo y el Gobierno Nacional, la ciudadanía y los actores locales continúan exigiendo transparencia y responsabilidad en la gestión de una empresa clave para el desarrollo energético y de infraestructura de Colombia.