La capital de India, Nueva Delhi, enfrenta una emergencia ambiental por los elevados niveles de contaminación. Este lunes, las partículas PM2.5, conocidas por su relación con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, alcanzaron un nivel alarmante de 907, según el monitoreo de IQAir. Esta cifra supera 60 veces el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La densa nube gris que cubre la ciudad refleja la gravedad de la crisis. Subodh Kumar, conductor de rickshaw, expresó su preocupación: “Mis ojos arden todos los días, pero no tengo otra opción que seguir trabajando en las calles”.

Entre las principales causas del deterioro ambiental están la quema de rastrojo agrícola, las emisiones industriales y el tráfico vehicular. Para mitigar el impacto, el gobierno local ordenó el cierre de las escuelas y suspendió las clases presenciales. Atishi, ministro jefe de la ciudad, afirmó que la medida busca reducir el tráfico y proteger a los más vulnerables, como niños, ancianos y personas con enfermedades pulmonares.

Además, las autoridades recomendaron a la población permanecer en interiores para minimizar la exposición al aire contaminado. Nueva Delhi, con más de 30 millones de habitantes, enfrenta anualmente estas crisis durante el invierno debido a factores climáticos y humanos.

En octubre, la Corte Suprema de India declaró que el aire limpio es un derecho humano fundamental e instó a los gobiernos locales y central a tomar medidas urgentes. Sin embargo, la persistencia de estos episodios pone en evidencia los desafíos para garantizar la calidad de vida en una de las ciudades más contaminadas del mundo.
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