El presidente de Colombia, Gustavo Petro, declaró la situación de desastre en el país debido a las lluvias que han provocado inundaciones, desbordamientos y deslizamientos en 27 de los 32 departamentos. La emergencia deja cerca de 46.000 familias afectadas y ha movilizado a las autoridades nacionales para atender las zonas más golpeadas, entre ellas La Guajira, Chocó y Bogotá.
Desde el Puesto de Mando Unificado (PMU), el mandatario explicó que la medida permitirá redirigir recursos a los departamentos más afectados y enfrentar de manera más rápida los problemas derivados de la variabilidad climática. Petro también advirtió que las lluvias se mantendrán hasta finales de diciembre, lo que incrementa los riesgos en varias regiones.
Chocó, La Guajira y Bogotá concentran los esfuerzos
El departamento del Chocó es, por el momento, el más afectado, con 22 municipios damnificados y alrededor de 30.000 familias afectadas. Según Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), en total se han registrado 467 emergencias en 186 municipios del país. Ante la situación, el comité de riesgo en Chocó declaró la calamidad pública para facilitar la ayuda y coordinación de recursos.
En el municipio de San Vicente de Chucurí, en Santander, el desbordamiento de la quebrada Las Cruces dejó una persona muerta y dos desaparecidas. En Bogotá, el alto nivel de las lluvias causó inundaciones en la autopista norte, mientras que en La Guajira más de 10.000 familias enfrentan dificultades debido a las fuertes precipitaciones y las consecuentes inundaciones.
#SOSChocó: un llamado a la acción
El 85% del territorio del Chocó enfrenta una emergencia crítica: más de 100,000 personas damnificadas y cerca de 40,000 familias devastadas por lluvias e inundaciones.
Nuestra red permanece firme y solidaria, decidida a reconstruir. pic.twitter.com/egeJe5HyIF
— Manos Visibles (@ManosVisibles) November 11, 2024
Vulnerabilidad climática y causas de la emergencia
Petro resaltó que la deforestación, las actividades ilegales y el rápido crecimiento urbano en Bogotá han contribuido a agravar la vulnerabilidad climática del país. Estas condiciones, señaló, hacen que los territorios sean más propensos a enfrentar desastres en temporadas de lluvias como la actual.
Las autoridades dicen que continuarán monitoreando el impacto de las precipitaciones y gestionando recursos para responder a las familias damnificadas en el menor tiempo posible.
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