La Superintendencia Nacional de Salud decidió intervenir forzosamente a Capresoca EPS, asumiendo la administración directa de sus bienes, haberes y negocios durante un año, desde el 7 de octubre de 2024 hasta el 7 de octubre de 2025.

Esta medida se tomó debido a la crítica situación administrativa y financiera de la entidad, así como al incremento de tutelas, desacatos y quejas de sus usuarios, lo que amenaza la calidad y oportunidad en la atención de sus afiliados, principalmente en el departamento de Casanare.

Desde agosto de 2016, Capresoca EPS se encontraba bajo vigilancia especial por parte de la Supersalud, pero las falencias en su gestión no solo persistieron, sino que se intensificaron con el tiempo. La EPS registró un aumento del 120% en las reclamaciones de sus usuarios entre enero y julio de 2024, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Este alto volumen de quejas la posiciona como la tercera entre las 12 EPS del régimen subsidiado con mayor tasa de reclamaciones. Las principales quejas de los usuarios incluyen la negación de reembolsos, demoras en la asignación de citas y la falta de acceso a tecnologías y servicios de salud autorizados.

Problemas financieros

Los problemas financieros de Capresoca EPS también son evidentes. Desde 2020 hasta mediados de 2024, la entidad no ha cumplido con los indicadores mínimos de capital y patrimonio adecuados.

Además, no presentó la metodología para calcular las reservas técnicas ni constituyó las inversiones necesarias para respaldarlas. Estas deficiencias financieras, sumadas a un aumento del 66% en tutelas relacionadas con la prestación de servicios de salud, agravan aún más la situación.

El Superintendente Nacional de Salud, Luis Carlos Leal Angarita, afirmó: “Nuestra intervención busca asegurar que Capresoca EPS continúe prestando servicios de salud con calidad y oportunidad, mientras estructuramos soluciones que aborden sus problemas administrativos, financieros y asistenciales. Nuestro objetivo es superar las deficiencias identificadas y ofrecer una mejor atención a los afiliados”.

La medida tomada por la Supersalud busca garantizar la estabilidad del servicio de salud y evitar que las dificultades actuales pongan en riesgo la vida y el bienestar de los usuarios.

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