En las últimas horas, el exdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Olmedo López Martínez, en su calidad de testigo e imputado, expuso a la Corte Suprema de Justicia una serie de hechos que ponen en riesgo su vida, su seguridad y la integridad del proceso penal.
Olmedo López señaló que existen graves irregularidades en el proceso y pérdida de evidencias clave para la investigación. Entre ellas, se habla de intento de soborno, dónde habrían ofrecido 13 mil millones de pesos a cambio de su silencio. Sin embargo, señala que los involucrados siguen impunes.
También detallo que se ha desaparecido evidencia clave, tales como 69 cajas que desaparecieron de la UNGRD y rechaza que no pasa nada con este hallazgo. Señala que se habrían perdido discos duros y memorias de computadores en la Casa de Nariño, entre estos el de la excosejera para las Regiones, Sandra Ortiz.
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Además, se habría perdido el computador de la asesora del Ministro Ricardo Bonilla, que había sigo asignado a María Alejandra Benavidez. Esto sumado al robo de dos cajas fuertes de una empresa familiar de Olmedo López y diez hombres armados ingresaron a la casa de su abogado intentando llevarse elementos probatorios.
«A pesar de la importancia de esta evidencia, no ha pasado nada.bnobse han tomado medidas para recuperarla ni para sancionar a quienes pudieran haberla hecho desaparecer, a pesar de haber reportado estos hechos. No ha habido avances ni respuestas por parte de las autoridades competentes. Estás acciones parecen diseñadas para intimidarnos, pero no lo van a lograr, continuaré diciendo la verdad».
Olmedo López manifestó su preocupación por la filtración de sus declaraciones a un importante medio de comunicación. «Mi testimonio rendido en la corte gozaba de reserva y fue filtrado, ocasionando un cambio inmediato de magistrado».
El exdirector de la UNGRD denunció además que tanto él como su abogado han sido víctimas de amenazas y atentados, poniendo en riesgo su seguridad y la de sus familias.
También, asegura que está existiendo una desigualdad en el trato, ya que algunos habrían logrado evadir su responsabilidad aduciendo que sufren ataques de nervios, mientras él ha soportado todo tipo de ataquesz amenazas y violaciones a sus derechos fundamentales.
«A mí se me sigue exigiendo que no solo asista, sino que también declare a pesar de que con ellos afecto mi derecho fundamental de no auto incriminarme», cita en la carta.
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Olmedo López lamenta que la incertidumbre que tiene por estos días su principio de oportunidad pendiente: «este sigue sin ser avalado, dejándome en un limbo jurídico que me genera gran preocupación, dado que, sin dicha protección mi testimonio, podría ser utilizado en mi contra. En ese sentido, me veo expuesto a ser utilizado como herramienta para mi propia condena, sin las garantías que la ley me ofrece».
Ante estas circunstancias, Olmedo López decidió apelar a su derecho a guardar silencio: «lo ejerzo con la convicción de que hasta que no se cumpla el principio de oportunidad y no se me brinden las garantías procesales adecuadas, mi silencio es mi única protección ante la inacción y no puede ser usado en mi contra».
Finalmente, Olmedo López solicitó a la Corte Suprema de Justicia que se tomen las medidas necesarias para regularizar su situación jurídica y garantizar sus condiciones de seguridad, antes de que se le exija comparecer como testigo y que se le permita el ingreso por el parqueadero del edificio.
«Este requerimiento lo hago en defensa de mi derecho al debido proceso y de los derechos fundamentales», puntualizó Olmedo de Jesús López Martínez.