La ciudad de Cúcuta se encuentra en estado de shock después de que un ataque sicarial frente al colegio Santo Ángel dejara tres personas muertas, incluyendo un menor de 14 años, y otras tres heridas, entre ellas dos menores de edad.

El ataque ocurrió durante la noche, cuando un hombre de nacionalidad venezolana llegó al colegio para recoger a su hija. Hombres armados en otro vehículo arremetieron contra el automotor, un Mazda blanco de placas JHK433, con armas de largo alcance.

Las autoridades informaron que los lesionados fueron trasladados a un centro asistencial para recibir atención médica. El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, condenó los hechos y ofreció una recompensa de hasta $20 millones por información que lleve a la captura de los responsables.

La ciudad de Cúcuta ha enfrentado problemas de violencia y seguridad en los últimos años. Este ataque ha generado una gran indignación en la comunidad y ha puesto en evidencia la necesidad de mejorar la seguridad en zonas educativas.

La comunidad educativa y los residentes de la zona están conmocionados por la tragedia. «Es un acto cobarde y cruel que ha dejado una profunda impresión en nuestra comunidad», dijo la directora del colegio Santo Ángel.

Las autoridades están investigando los motivos detrás del ataque y la posible relación con grupos criminales en la zona. Se están revisando las cámaras de seguridad y se están entrevistando a testigos para obtener más información.

El ataque ha generado un clima de miedo y inseguridad en la comunidad. Las autoridades deben tomar medidas urgentes para restaurar la paz y la seguridad en la ciudad.

La tragedia en Cúcuta ha dejado una profunda impresión en la comunidad educativa y los residentes de la zona. Se espera que las investigaciones arrojen resultados pronto para que se haga justicia y se restaure la paz en la ciudad. La seguridad y protección de los ciudadanos, especialmente en zonas educativas, es una prioridad urgente para las autoridades locales.